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Alimentos buenos y malos: Conoce los prejuicios y sus efectos en la alimentación y tu salud

Cuántas veces hemos escuchado que la leche o avena es mala, o comentarios negativos sobre algunos alimentos que sólo ocasionan prejuicio alrededor de éstos que a la larga puede perjudicar tu salud
domingo, 7 de noviembre de 2021 · 09:00

Existen numerosos estereotipos e ideas erróneas sobre la alimentación y la salud que están arraigadas al pensamiento de  las personas y al ser manifestados pueden tener un efecto negativo en la manera en la que percibimos los alimentos y la forma en como nos relacionamos con ellos. 

Estas ideas están asociadas con un conocimiento superficial en temas de salud y pareciera  que su principal objetivo fuera concientizar a la población sobre los peligros o los beneficios de consumir ciertos alimentos o realizar ciertas actividades. Lo cierto es que terminan causando un daño imperceptible al inicio y una percepción distorsionada de la  salud. 

Una de estas ideas es la noción que tenemos sobre la moralidad de los alimentos. Creemos que existen alimentos “buenos” y “malos”, sin embargo los alimentos sólo son, es  decir, el contenido nutrimental de cierto alimento no es mejor que el de otro, sólo es  diferente. Un ejemplo muy claro es el término “comida chatarra” para referirse a aquellos  productos ultraprocesados. Éste término le da una connotación negativa a éstos alimentos  y cuando los consumimos terminamos sintiéndonos culpables y avergonzados por haber comido papas fritas o haber tomado un refresco. 

Cabe destacar que el consumo en exceso de estos alimentos representa un riesgo para  desarrollar enfermedades crónicas como sobrepeso y obesidad, diabetes e hipertensión. Sin embargo, el consumo ocasional o esporádico puede ser una experiencia agradable sin sentimientos negativos asociados con esos alimentos. 

En mi experiencia personal, puedo mencionar que en múltiples ocasiones las personas me comentaban: “Tu como nutriólogo deberías poner el ejemplo y no comer esas cosas”.  Estos comentarios me hacían sentir incómodo y culpable, sin embargo, ahora veo esos momentos como una oportunidad para concientizar y tratar de borrar poco a poco el estigma que acarrean estos alimentos. 

Otro ejemplo de estos comentarios está relacionado con la apariencia física de las personas. Cuando alguien pierde peso solemos decirle: “Has bajado de peso, que bien te ves ahora” lo que implica que la persona se veía mal antes de bajar de peso. Esta idea  recalca el incentivo de verse mejor a consecuencia de perder peso, y la persona hará lo que sea necesario para lograrlo aunque no sea de la forma más saludable, además genera la idea de que la belleza física está directamente relacionada con el peso. 

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Una mejor forma para halagar a las personas sería haciendo notar el esfuerzo que ponen  en cambiar malos hábitos de salud por otros mejores. Un ejemplo sería: “Que bueno que estás cuidando más tu salud”. De esta manera elogiamos un hábito y no un estado físico que a final de cuentas es el resultado de esos buenos hábitos de salud.  

El último ejemplo está asociado a los hábitos de alimentación de aquellas personas que  están en algún tratamiento nutrición, es decir que están a dieta. El término en inglés “cheat day” se podría traducir a “día de trampa” y consiste en comer lo que sea en la cantidad que sea un día de la semana mientras que durante el resto de la semana se sigue una dieta altamente restrictiva al pie de la letra. 

Esta actividad genera una alta expectativa durante toda la semana del “día de trampa” y termina con el consumo en exceso de alimentos ricos en grasas, azúcares, sodio o incluso  alcohol que están “prohibidos” el resto de la semana. Además, el término “trampa”  conlleva un sentimiento de culpa y de vergüenza que se trata de compensar siendo más estrictos y haciendo más ejercicio esa semana, mientras que la expectativa del “cheat day” sigue en pie, creando un círculo vicioso y una mala relación con los alimentos y la actividad física. 

Estos son algunos de los ejemplos más comunes de pensamientos y prejuicios que tienen  un efecto negativo en la percepción hacia los hábitos de salud de las personas. Es particularmente difícil identificar estas ideas o expresiones dañinas, sin embargo es  importante combatirlos para mejorar nuestros hábitos de manera consciente, enfocados a mejorar nuestro estado de salud y la relación que guardamos con los alimentos, con  nuestro cuerpo y con la actividad física.

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mgm