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¿La comida instantánea provoca cáncer? Conoce más mitos sobre estos alimentos

Hay muchos mitos alrededor de la comida instantánea, pero ¿qué tan ciertos son?
jueves, 7 de octubre de 2021 · 16:28

La vida actual nos exige un ritmo acelerado, especialmente en las grandes ciudades donde la demanda de trabajo y de estrés suele ser nuestro pan de cada día, así que para no alimentarnos de puro pan o de comida rápida, otra gran opción que se nos ha presentado es la comida instantánea. Sopas, frijoles, arroz y hasta tamales enlatados o envasados son nuestras primeras opciones.

Aunque nadie le hace feo a una sopita hogareña o un buen guisado, la comida instantánea se ha vuelto popular no sólo por las prisas para preparar algo, sino también porque muchos que empiezan su vida independiente no saben cómo cocinar, o porque no hay mucho dinero y estas opciones resultan económicas, durables y pueden estar almacenadas sin complicaciones.

Sin embargo, el consumo de estos alimentos, regularmente deshidratados, han hecho surgir varias controversias a nivel de salud, por lo que ya se han llevado a cabo estudios o investigaciones científicas respecto a su consumo. Si quieres saber algunos de los mitos más conocidos sobre la comida instantánea quédate a leer este artículo y entérate de cuán dañina o recomendable puede ser esta alimentación.

Los mitos más populares sobre la comida instantánea

Es rápida de hacer

En efecto, la comida instantánea no requiere ni de mucho esfuerzo o tiempo, esta es su mayor ventaja. Basta con meterla al horno o ponerla en una olla, añadir agua o leche en algunos casos, remover y esperar hasta 10 minutos máximos para que se hidrate y tu alimento esté listo.

Es comida sabrosa

Depende de quién lo diga, pero podríamos afirmar que esto es falso. La comida instantánea posee varios aditivos, entre ellos el glutamato monosódico que es un potenciador de sabor, pero nunca va a tener los aromas, texturas y sabores que tienen los alimentos naturales recién preparados.

Son alimentos baratos

Es verdad, su valor fluctúa entre los 11 y los 60 pesos, dependiendo del "platillo" en cuestión y si consideramos que el salario mínimo en México es de menos de 4 mil pesos al mes, es muy seguro que un grueso de la población nacional opte por esta comida cuando hay poco tiempo y dinero.

Es la mejor opción cuando no tienes dinero

Esto es falso, existen muchas opciones que pueden resultar económicas. La desventaja es que debes ir a un mercado para adquirir tus productos y prepararlos en casa para tener platillos a bajo costo, por lo que si no tienes tiempo la mejor idea es organizarse y cocinar en los días de descanso.

Son dañinos para la salud

En general podría afirmarse que la mayoría de la comida instantánea no es una buena opción para la salud cuando se consumen de forma habitual, es decir, que sean nuestra única fuente de nutrientes, pues la mayoría no posee lo que requiere nuestro organismo y adiciona demasiado sodio, azúcares y aditivos que resultan nocivos a la larga.

Tienen mucha sal

Es verdad. Aunque algunos productos ya se venden como bajos en sodio, la mayoría aportan una cantidad excesiva de sodio, un compuesto que se utiliza no sólo para realzar los sabores, sino como conservador. El exceso de sodio puede provocar hipertensión arterial, daños cardiovasculares, daño en los riñones, entre otros problemas para la salud.

Te hacen engordar

En la mayoría de los casos es afirmativo, pues la mayoría posee glutamato de sodio o monosódico, un aditivo que se ha relacionado a la inhibición de nuestros indicativos de saciedad, lo que nos hace seguir comiendo.

Por otra parte, los expertos han señalado que las personas que tienden a comer comida instantánea también suelen aumentar su consumo de refrescos o bebidas azucaradas, sin contar con que algunas son una fuente importante de azúcares y grasas saturadas, por lo que pueden inducir a la obesidad.

Pueden provocar cáncer

Esto podría ser verdad, en especial para la comida que está envasada en unicel, pues este material usa el estireno como compuesto básico, el cual ha sido catalogado como cancerígeno cuando entra en contacto con el calor, pues el cambio térmico activa una serie de compuestos químicos dañinos para la salud.