Todos sabemos que integrar proteínas de fuente animal es indispensable para la salud, no obstante, una de las opciones más saludables y recomendadas por los expertos en salud son los mariscos. Durante el otoño variedades como los berberechos, el bogavante, la langosta, las vieiras y las gambas son las que más abundan, así que éste es un momento ideal para probar su sabor y los beneficios que pueden aportarle a tu salud.

Los mariscos incluyen cualquier forma de alimento de las aguas, incluido el pescado, los mariscos como moluscos e incluso vegetales marinos como las algas y las algas. También podemos encontrar variedades como el camarones, cangrejos, langostas, mejillones y almejas. A continuación te dejamos motivos importantes para integrarlos a tu dieta y comerlos cada vez que tengas oportunidad.

6 motivos para consumir mariscos

Proteínas de buena calidad 

Si lo que tú necesitas es una fuente de proteínas baja en calorías, estos alimentos son especialmente buenos para ti. La mayor parte de las especies de pescado son bajos en grasa; algunos como el bacalao, la platija y el lenguado, ¡contienen menos de 100 calorías por porción! Por su parte, los mariscos son una fuente completa de proteínas fáciles de digerir y aminoácidos esenciales para asegurar un crecimiento saludable y un desarrollo fetal óptimo.

Bajos en grasas

Siguiendo la línea de la salud y los alimentos que pueden ayudar a mantener un buen peso corporal, no hay que olvidar que estos alimentos son bajos en grasas totales y saturadas; incluidos los pescados más grasos, como la caballa y el salmón real, que no tienen más del 15 por ciento de grasa. Además, de estas cantidades, una gran proporción es poliinsaturada, incluidos los ácidos grasos omega-3.

Fuente de vitaminas y minerales

Todos los pescados y mariscos destacan por ser una importante fuente de nutrientes. El pescado es rico en vitaminas del complejo B, D y A. Las vitaminas del complejo B se han asociado con el desarrollo saludable del sistema nervioso. La vitamina A es necesaria para una visión sana y una piel sana, mientras que la vitamina D es esencial para el desarrollo óseo.

Además, estos alimentos son ricos en minerales como selenio, zinc, yodo y hierro. 

Previenen padecimientos cardiovasculares

Son precisamente estos ácidos grasos omega-3 buenos agentes para disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas al ser fuentes dietéticas de EPA y DHA que son recomendados en grandes cantidades por la Asociación Estadounidense del Corazón para pacientes con enfermedad coronaria y para pacientes sin enfermedad cardíaca.

También es importante destacar que casi todos los pescados y mariscos contienen menos de 100 mg de colesterol por porción cocida, y muchos de los tipos de pescado más magros tienen menos de 60 mg, por lo que son una excelente opción de proteína animal.

Coadyuvan a la salud cerebral

En diversas ocasiones se ha mostrado que los pescados en edades tempranas ayudan al fortalecimiento del cerebro, mientras que en edades adultas, puede reducir la posibilidad de padecer enfermedades como el Alzehimer durante la vejez.

Útiles para las afecciones mentales

Algunos estudios han encontrado que las personas que comen pescado con regularidad tienen muchas menos probabilidades de sufrir depresión. De acuerdo con el sitio Healthline, los ácidos grasos omega-3 pueden combatir la depresión y aumentar significativamente la efectividad de los medicamentos antidepresivos; mientras que los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a otras afecciones mentales, como el trastorno bipolar.