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¿Cereal? Te contamos el origen e historia de lo que desayunas todos los días | PODCAST

¿Qué tienen en común un movimiento en contra del consumo de bebidas alcohólicas con los cereales para niños?
domingo, 10 de octubre de 2021 · 09:00

Durante los años de la revolución industrial, el consumo de bebidas alcohólicas era comúnmente aceptado. Hombres, mujeres y niños podían beber con moderación e incluso era recetado como medicamento por los médicos de la época. Sin embargo, esto se convirtió en un problema cuando los hombres que manejaban maquinaria pesada en las fábricas, lo hacían en estado de ebriedad.

Diversos médicos e investigadores, llegaron a la conclusión de que el alcohol podía llevar a las personas a un estado de enfermedad, violencia, adicción y falta de autocontrol y aseguraban que el único método para evitar esto era la abstinencia.

En este contexto, grupos religiosos y personas de la clase media fundaron el movimiento por la templanza alrededor del año 1820. Este grupo aseguraba que los humanos estamos constantemente rodeados de tentaciones que nos llevan a cometer pecados y caer en el exceso, por lo que cualquier cosa que fuera estimulante o agradable era malo. Esto incluía dormir en una cama cómoda, bañarse con agua caliente o comer comida que tuviera sabor.

Por esta razón se comenzó a producir un tipo de pan integral que se horneaba dos veces para hacerlo menos apetitoso pero era tan duro que había que romperlo en pedacitos y remojarlo en leche durante toda la noche para ablandarlo y poder comerlo por la mañana. La popularidad de este nuevo producto creció rápidamente por lo que se comenzó a producir y a vender en masa.

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Recordemos que el objetivo de este “cereal” era evitar las tentaciones y los estímulos placenteros de la comida para vivir una vida sana libre de pecado, sin embargo, la gente que compraba este producto le agregaba azúcar o fruta para hacerlo más apetecible.

De esta manera, empresarios comenzaron a ver el potencial económico de producir un cereal más blando y azucarado y finalmente el deseo de incrementar las ganancias superó la iniciativa inicial de promover un estilo de vida saludable purista, libre de estímulos y placeres y así nació el cereal que conocemos hoy en día.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la competencia en el mercado de los cereales incrementó, por lo que las compañías trataron de hacer sus productos más atractivos agregando más azúcar y creando comerciales de televisión dirigidos a un nuevo segmento de la población: los niños.

En la década de 1950, los comerciales hacían alusión a lo saludable que es comer cereal en el desayuno, utilizaban mascotas amigables, las cajas tenían colores llamativos y comenzaron a introducir juguetes y juegos en sus empaques. Estrategias de mercadeo tan efectivas que continúan hasta hoy en día.

A lo largo de los años se agregaron malvaviscos y chocolates, saborizantes y colorantes y se innovó con nuevos tipos de cereal como el arroz inflado pero el ingrediente que siempre predominó en todas sus presentaciones fue el azúcar, cada vez en mayor proporción. Sin embargo, la idea de que forman parte de un desayuno completo y saludable también continuó.

Algunos cereales en nuestro país, pueden tener casi la mitad de su peso en azúcar por lo que con la llegada del nuevo etiquetado frontal de advertencia en nuestro país, las marcas de estos cereales tuvieron que remover el uso de personajes y juguetes en los empaques para incentivar la atención de los niños.

Es así como pasamos irónicamente de un grupo que estaba en contra del consumo de bebidas alcohólicas y en favor de una alimentación blanda sin sabor ni textura a la creación de un producto icónico para el desayuno lleno de azúcar, colores y personajes llamativos que es todo menos saludable.

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mgm