Alimentación

5 consejos que te ayudarán a llevar una dieta saludable y económica

Estos tips te ayudarán a llevar una alimentación balanceada sin tener que gastar de más
viernes, 29 de enero de 2021 · 13:57

A casi un año de que la pandemia por Covi-19 llegara a nuestro país y el encierro nos obligara a pasar mucho más tiempo en casa, no vimos en la necesidad de cambiar toda nuestra rutina incluyendo la forma de alimentación. Es posible que en estas fechas, se haya tomado conciencia sobre la importancia de una dieta balanceada en especial para los niños, lo que sin duda es todo un reto. 

Los problemas para salir a surtir la despensa, compras de pánico, dificultad para encontrar ciertos alimentos y hasta la pérdida de ingresos, son solo algunos de los factores que pueden influir a la hora de hacer las compras, sin embargo, existen algunas opciones que te pueden ayudar a tener una alimentación saludable y sin tener que gastar de más, para lograr una dieta variada y sobre todo muy nutritiva que pueda favorecer a los niños, así como a toda la familia. 

Consejos para una alimentación saludable y asequible

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), dio a conocer algunos consejos básicos que pueden ayudar a mejorar la alimentación de la familia, pero en especial para favorecer la nutrición de los niños, ya que en esta temporada han tenido que mantenerse en casa y continuar con sus estudios de forma remota. Estos tips también ayudarán a mejorar el crecimiento y el desarrollo de los pequeños, impulsando una cultura de alimentación saludable. 

Frutas y verduras

Comprar, almacenar y cocinar verdura fresca puede ser difícil durante un aislamiento, especialmente cuando se recomienda a los progenitores limitar las salidas del hogar. Sin embargo, en la medida de lo posible, es importante asegurarse de que la dieta de los niños incluya una cantidad suficiente de frutas y verduras.

Siempre que tengas la oportunidad de conseguir productos frescos, hazlo. La fruta y la verdura, además de poder tomarse fresca, también puede congelarse, y conserva gran parte de su sabor y sus nutrientes. Si utilizas verdura fresca para cocinar sopas, caldos u otros platos en grandes cantidades conseguirás que duren más y tendrás distintas opciones para varios días. Además, también puedes congelar estos platos y recalentarlos rápidamente.

Alimentos deshidratados o en conserva

Los productos frescos son, casi siempre, la mejor opción, pero cuando no están disponibles hay muchas alternativas saludables que puedes almacenar y preparar fácilmente.

Los frijoles y los garbanzos en conserva, que aportan abundantes nutrientes, pueden almacenarse durante meses e incluso años, y puedes incluirlos en tus platos de diversas formas. El pescado azul en conserva, como las sardinas, la caballa y el salmón, son ricos en proteínas, ácidos grasos omega 3 y una variedad de vitaminas y minerales. Puedes utilizarlos en frío, como, por ejemplo, en sándwiches, ensaladas o platos de pasta, o también añadirlos a platos calientes.

Las verduras en conserva, como los tomates, suelen contener menos vitaminas que los productos frescos, pero son una buena alternativa si te cuesta encontrar productos frescos o verduras congeladas.

Los alimentos deshidratados, como los frijoles, las legumbres y los cereales deshidratados, como las lentejas, los guisantes partidos, el arroz, el cuscús o la quinua, también son opciones nutritivas y duraderas que, además, son sabrosas, asequibles y sustanciosas. Los copos de avena cocinados con leche o agua son una opción excelente para el desayuno, y puedes condimentarlos con yogurt, fruta troceada o pasas.

Aperitivos saludables

Los niños suelen necesitar uno o dos refrigerios a lo largo del día para mantenerse activos. En lugar de darles dulces o aperitivos salados, opta por opciones más saludables como frutos secos, queso, yogur (preferiblemente, sin azúcar), fruta troceada o deshidratada, huevos cocidos u otras opciones saludables disponibles en tu zona. Estos alimentos son nutritivos, sacian más y contribuyen a crear hábitos saludables para toda la vida.

Limita los alimentos procesados

Aunque no siempre será posible utilizar productos frescos, intenta limitar la cantidad de alimentos muy procesados en tu cesta de la compra. Los platos preparados y los postres y refrigerios envasados suelen tener un alto contenido de grasas saturadas, azúcares y sal. Si compras alimentos procesados, mira la etiqueta e intenta elegir opciones más saludables que contengan una menor cantidad de esas sustancias.

Trata de evitar las bebidas azucaradas y, en su lugar, bebe agua abundante. Una buena forma de aportarle más sabor al agua es añadirle frutas o verduras, como limón, lima, rodajas de pepino o frutos rojos.

Incluye a la familia a la hora de cocinar

Cocinar y comer todos juntos es una forma excelente de crear rutinas saludables, fortalecer los lazos familiares y divertirse. Siempre que sea posible, invita a tus hijos a participar en la preparación de la comida: los más pequeños pueden ayudar a lavar o a organizar los alimentos, mientras que los mayores pueden asumir tareas más complejas y ayudar a poner la mesa.

En la medida de lo posible, intenta ceñirte a horarios fijos para comer en familia. Este tipo de estructuras y rutinas pueden contribuir a reducir la ansiedad de los niños en estas situaciones de estrés.