La avena es un cereal muy benéfico para la salud de las personas, ya que contiene propiedades nutricionales que contribuyen a mejorar la digestión, a disminuir los niveles de azúcar, colesterol malo (LDL) y triglicéridos en la sangre, además de depurar al organismo, fortalecer la musculatura y proteger al sistema nervioso central.
De igual manera es un alimento rico en fibra, con un efecto saciador y es libre de gluten, por lo que es ideal para personas celíacas, al tiempo que protege la salud cardiovascular. El éxito de este alimento se ha extendido también gracias a que resulta ideal en dietas de adelgazamiento y es nutritivo.
No obstante, la avena puede tener sus "peros", como la distensión abdominal, la hinchazón y los gases, debido a que posiblemente no se está preparando y consumiendo adecuadamente, pues entre otras cosas, hay que tomar en cuenta que es un producto alimenticio con carbohidratos complejos.
¿Por qué es bueno comer avena en las mañanas?
Aunque no existe una regla que especifique que la avena debe comerse a una hora o a otra, lo más recomendable es hacerlo por las mañanas debido a que sus carbohidratos de lenta absorción proveen de energía por un lapso extendido de tiempo, lo que es excelente al despertar, cuando nuestro cuerpo requiere de ese empuje.
De acuerdo con una revisión publicada en el Journal of Food Science and Technology, los lípidos que contiene la avena son "mucho más altos que otros cereales, que son excelentes fuentes de energía y ácidos grasos insaturados", por ello, al consumirla por las mañanas se consigue una buena cantidad de energía que se empleará a lo largo del día.
Por otra parte, en las noches puede resultar contraproducente, ya que podría convertirse en un factor que altere los estados de sueño, promoviendo el insomnio.
Evitar los efectos contraproducentes de la avena es posible siempre que se consuma adecuadamente, es decir, no excederse comiéndola sin descanso y además, poniendo las hojuelas de avena a remojar en agua durante la noche, y a la mañana siguiente se tira esa agua, se enjuaga la avena y estará lista para consumirse.
De esta forma se evitarán las flatulencias, la inflamación y la irritación del colon, ya que conseguirá fermentarse y esto ayudará a aprovechar mejor sus beneficios.