Un detalle significativo de la comida mexicana es que ningún platillo puede disfrutarse igual si no está acompañado de una porción de frijoles. Ya sean refritos, charros o en caldo; estos deliciosos alimentos son una fuente de proteínas y nutrientes que acompañan la dieta de los mexicanos para brindarle sabor a cualquier situación.

Una de sus formas más comunes, debido a su económico precio y sencillez de preparación, son aquellos que se venden en las bolsas del supermercado, listos para servirse. Sin embargo, estos podrían no ser del todo saludables...

Contrario a lo que indican las bolsas que los contienen en su leyenda “sin conservadores y de acuerdo con una radiografía hecha por El Poder del Consumidor, una bolsa de frijoles contiene principalmente agua, alguna variedad de frijol, aceite de soya, sal yodada, cebolla, manteca de cerdo, especias y glutamato monosódico. De todos estos componentes, los frijoles en bolsa tienen una mayor cantidad de sodio.

Esto se halló al ver que tan solo en 430 gramos de su contenido neto se concentraban 1892 miligramos de sodio, lo cual representa el 94% de la ingesta total recomendada. Esto es un hallazgo delicado, pues según la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard se recomienda disminuir el consumo de sodio, ya que sus altos consumos pueden llevar a padecer presión alta, enfermedades del corazón e infartos.

Ahora bien, si parte de esas cantidades de sodio se deben a la sal yodada pero especialmente al glutamato monosódico, un ingrediente que, según varios estudios de toxicidad hechos con animales, tiene una estrecha relación con estrés oxidativo, un fenómeno que afecta el crecimiento celular de cromosomas y que puede desarrollar una de las enfermedades más temidas en el mundo: cáncer.

A la par, también se sabe que este ingrediente puede provocar déficit locomotor y de aprendizaje, mal funcionamiento endocrino, obesidad y disfunción renal.

Una alternativa saludable

Seguramente tú también quedaste desencantado con la verdad detrás de este “alimento rápido”, pero no todo tiene que ser malo. De hecho los frijoles contienen vitamina A,B y C; así como una ingesta suficiente de proteína y fibra para mantener el sistema digestivo saludable. Por ello, la mejor recomendación para degustarlos es cocer los frijoles para toda la semana con un poco de pimienta, sal, cebolla, ajo y/o hierbas, como epazote; congelar en porciones e irlos descongelando conforme su uso.