Saludable

Estudio alerta sobre los riesgos para la salud de consumir papas verdes

Una forma de evitar la presencia de estos tóxicos en la papa es almacenarlas adecuadamente, te decimos cómo
miércoles, 9 de septiembre de 2020 · 16:45

Las papas son un tubérculo que se ha expendido en todo el mundo, aunque es un alimento originario de América del Sur donde fue domesticada por los habitantes del altiplano andino desde hace ocho mil años. Aunque la papa fue exportada a Europa en el siglo XVI tras la Conquista de los españoles, su consumo se popularizó en el siglo XVIII por los textos de los agrónomos francés, Antoine Parmentier y del irlandés, Enrique Doyle, por lo que hoy es uno de los alimentos más consumidos en el globo.

Este producto que es muy nutritivo cocido, también es delicioso frito, de ahí que su éxito sea una constante, pero nunca falta que al comprar las papas alguna presente unas manchas verdes en la cáscara, e incluso si las cortas puedes ver esta coloración en su interior. De acuerdo con un estudio compartido por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) esta parte de las papas resulta tóxica para los humanos y presenta principalmente, problemas gastrointestinales.

Este color se debe a la presencia de glicoalcaloides que son una familia de compuestos que se pueden encontrar en las papas, como los alfa-solanina y alfa-chaconina. Los solanina se encuentran en algunos vegetales como las papas, pero también en las berenjenas y en los tomates, por lo que la EFSA estudió los efectos que tienen estos compuestos naturales y los riesgos que representan para la salud.

¿Papas verdes tóxicas?

Debido a la falta de datos, los investigadores no llegaron a resultados concluyentes con respecto a los efectos de la solanina en berenjenas y tomates, pero determinó que en el caso de las papas, su ingesta puede provocar afecciones como náuseas, vómitos y diarrea, en especial en menores de edad, por lo que no es recomendable consumir esta parte. Para que estos efectos se presenten en el organismo sólo hace falta consumir 1 miligramos por kilo de peso corporal al día.

La forma en que una papa desarrolla los glicoalcaloides, o a la concentración de sustancias tóxicas, depende del envejecimiento de las mismas, así como su almacenamiento. Es importante señalar que además, se encuentra entre tres y 10 veces más cantidad en la piel que en el interior de la papa, además de que disminuye hasta cinco veces menos la presencia del tóxico cuando no están expuestas a la luz.

Para evitar que desarrollen este tóxico mientras las almacenas en casa, es importante guardarlas en un lugar seco, fresco y oscuro; no es recomendable ponerlas en el refrigerador pues esto favorece la aparición de azúcares que afectan a la papa. Pelarlas, cocerlas y freírlas ayuda a disminuir el contenido de glicoalcaloides hasta en un 75%, siempre y cuando no se rebasen los 170ºC. Si han estado expuestas a la luz es mejor desecharlas.