Saludable
¿Cuáles son los carbohidratos malos y buenos para nuestra salud?
De acuerdo a la OMS, los carbohidratos deberían representar más de la mitad de nuestra ingesta diaria de caloríasBajar de peso y lograr una mejor figura es uno de los objetivos más anhelados. A principio de año, todos nos lo proponemos con mucha ilusión y durante los días consecutivos buscamos dietas, productos, ejercicios o cualquier cosa que pueda servirnos para lograr este propósito. Sin embargo, también es bastante común que conforme pasa el tiempo y no vemos resultados convincentes, este objetivo pasa a segundo plano y nos olvidamos de él.
Erróneamente, durante décadas hemos visto como únicos culpables a los carbohidratos, sin informarnos lo suficiente sobre ellos y sin saber que existen carbohidratos buenos y malos.
La importancia de los carbohidratos
Los hidratos de carbono, junto con las proteínas y las grasas; son uno de los tres nutrientes principales que podemos encontrar en alimentos y bebidas, todos necesarios para un buen funcionamiento del organismo. En el caso de los carbohidratos, es debido a que éstos se descomponen en forma de glucosa, que resulta la fuente de energía primordial de la sangre para células, tejidos y órganos. Es por esto que, de acuerdo a la OMS, los carbohidratos deberían representar más de la mitad de nuestra ingesta diaria de calorías.
¿Cuál es el problema con esto? Por su naturaleza, algunos de ellos son utilizados o reservados como fuente de energía y otros tienden a quedarse almacenados en el cuerpo.
Diferentes tipos
Existen tres tipos de carbohidratos. Para empezar están los llamados simples porque se encuentran en su forma más básica, los “monosacáridos” están compuestos por una sola molécula, como por ejemplo la glucosa o la fructosa. Estos son los que más fácilmente digiere el cuerpo pero termina por transformarlos en grasas que se almacenan en el cuerpo y al mismo tiempo el nivel de azúcar en la sangre disminuye prácticamente con la misma velocidad con la que aumentó, por lo que los convierten en el enemigo número uno de aquellos que buscan bajar peso. Puedes encontrarlos en alimentos procesados, harinas refinadas, azúcares, alcohol y refrescos; aunque también incluyen los tipos de azúcar que se encuentran naturalmente en frutas, verduras y leche.
Por otro lado, los hidratos de carbono que están compuestos por dos moléculas de azúcar, de la misma forma que los monosacáridos, rápidamente aumentan los niveles de azúcar pero el cuerpo los utiliza como energía. Pueden encontrarse en alimentos como chocolate, galletas o mermeladas.
Finalmente, los polisacáridos o carbohidratos complejos son buenos para el cuerpo pues éste tarda en digerirlos y nos aportan fibra, minerales y vitaminas. En contraposición a los otros tipos de hidratos de carbono, los polisacáridos contribuyen a que el nivel de azúcar en sangre aumente y disminuya más lentamente; lo que prolonga nuestra sensación de saciedad. Usualmente están en alimentos no elaborados como cereales integrales, frutas enteras, hortalizas y legumbres.
En resumen, para tener una dieta saludable no se tienen que dejar los carbohidratos; la clave es escoger sabiamente. Las guías de nutrición de la Sociedad Americana Contra El Cáncer recomiendan evitar los carbohidratos procesados o refinados y optar por aquellos que sean integrales o aporten fibra.