El ginseng es una planta pequeña que se caracteriza por sus propiedades medicinales. Esta contiene unas sustancias conocidas como ginsenósidos las cuales ayudan a revitalizar el organismo. Generalmente se recomienda consumir en momentos donde se tenga fatiga o mucho estrés, ya que actúa como estimulante.
Según la medicina tradicional china, el ginseng tiene la virtud de tonificar el Qi (energía vital) y la sangre, fortalecer los pulmones, calmar la mente, sobre todo para aumentar la inmunidad y revitalizar el organismo. El ginseng se puede consumir de diferentes formas ya sea en caldos o en infusiones, a continuación te damos algunos tips para que lo incluyas en tus preparaciones y disfrutes de los beneficios que le da al cuerpo.
- Puedes agregar unas rodajas de ginseng al preparar un caldo de carne de res o de pollo.
- Se puede poner un pedazo entero en una botella de aguardiente y, un mes después, comenzar a tomar una copa diario, especialmente en invierno.
- También se recomienda a mamás, después de dar a luz, para tonificar su energía y sangre, revitalizando su organismo.
- Lavarlo y cocinarlo al vapor.
- Adquirirlo como suplemento alimenticio, mediante comprimidos o capsulas.
El ginseng también se usa para tratar infecciones respiratorias como los resfriados. Algunos estudios han demostrado que esta raíz ayuda a prevenir o a disminuir los síntomas de esta enfermedad y reforzar el sistema inmune. No se recomienda consumir por personas que sufren ansiedad o hipertensión. Además, su uso debe ser moderado ya que en grandes cantidades puede causar efectos secundarios como diarrea, comezón, presión arterial alta entre otros.