Mexicanos tienen alimentación más saludable tras confinamiento: Investigador

De las pocas cosas buenas que ha traído el confinamiento para evitar el incremento de contagios de la enfermedad Covid-19, es que las familias mexicanas han modificado sus costumbres alimenticias durante estos seis meses, pues han adoptado el hábito de consumir más alimentos naturales que procesados.

El académico del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, Luis Alberto Vargas Guadarrama, señaló que durante un ejercicio final con los alumnos de la licenciatura de Nutrición, se compartieron las vivencias que habían tenido con sus familias durante todo el tiempo que se ha pasado en los hogares y dentro de ellas, se observó la disminución de consumo de refresco y golosinas, los cuales fueron sustituidos por frutas.

También, llamó la atención que los jóvenes se percataron que sus padres y abuelos diabéticos lograron mantener un régimen alimenticio adecuado y con ello niveles normales de glucosa, lo que, agregó el académico, ha sido una lección de vida, pues enfermedades como la diabetes se puede controlar a partir de la alimentación.

Durante este periodo en que las personas han tenido que modificar sus actividades cotidianas, las familias volvieron a convivir a la hora de la comida, en un horario fijo. Incluso, recordó, hubo casos en que los alumnos expresaron haber “redescubierto” las tradiciones culinarias y, en otros, a sus herederas: las abuelas que preparaban champurrado o pan.

De acuerdo con las descripciones, también se recurrió a la compra de masa para cocinar sopes, tacos, tlacoyos y quesadillas, y las abuelas enseñaron a los más jóvenes el proceso de los atoles, acotó.

Incluso echaron mano de utensilios mesoamericanos: metates, molcajetes y fogones, como fue el caso de familias de Oaxaca. “Aunque estos recursos ancestrales siguen funcionando, ahora somos más dependientes del comercio para nuestro abastecimiento”, manifestó.