En el ámbito de la jardinería, muchos lo ven como un enemigo, pero en realidad esta planta silvestre que conocemos como diente de león contiene propiedades asombrosas y bastante buenas para la salud.

Aunque esta planta diseminada es originaria de Europa, Asia y América del Norte, es característica por crecer prácticamente en cualquier sitio. En tu jardín, en el parque y hasta en las banquetas los dientes de león brotan sin dificultad alguna, lo cual muchos asocian con un  problema del cual no se pueden deshacer, pero la historia indica que en realidad esta planta puede ser provechosa para aquellos que se dan la oportunidad de aprender de ella.

Y tú, ¿quieres saber más sobre el diente de león?

Propiedades medicinales

En la Antigua Grecia, la medicina popular utilizaba esta planta para tratar los problemas estomacales y digestivos pero posteriormente civilizaciones como la árabe descubrieron que podría tener más utilidades en este rubro. Fue en la Edad Media que su jugo lechoso empezó para tratar afecciones oculares. 

Actualmente, esta planta es considerada una auténtica “limpiadora de sangre”, además también es buena para tratar enfermedades como la gota, el colesterol alto, los cálculos biliares, reumáticas y las afecciones de la piel. Todo esto gracias a su alto contenido en sustancias amargas como flavonoides, carotinoides y xantófilos, así como a las dosis de inulina que produce en el otoño.

El diente de león también es eficaz para reducir la inflamación causada por enfermedades gracias a la presencia de varios compuestos bioactivos.

En la cocina

El diente de león también contiene bastantes vitaminas y minerales entre los que destacan las vitaminas A, C y K; potasio, calcio, hierro, zinc, magnesio y fósforo. En los tallos de esta flor también se encuentran polifenoles, antioxidantes que te ayudarán a eliminar los radicales libres de tu organismo.

Si aún no sabes muy bien cómo incorporarla en tu cocina puedes intentar preparar una deliciosa y fresca ensalada con las hojas de esta planta pues gracias a que ayudan a suprimir las grasas acumuladas puede resultar una comida bondadosa para el cuidado de tu hígado, mientras que unos cuantos gramos de sus hojas son buenas para hacer un té que te ayude a liberar toxinas y grasas nocivas facilitando la pérdida de peso.