Sabemos que la lactosa está presente en la leche de todos los mamíferos y que, usualmente, el organismo del ser humano es capaz de digerirla gracias a una enzima presente en el intestino delgado llamada lactasa. Sin embargo, algunas personas tienen una insuficiencia de esta enzima y no consiguen digerir esta sustancia correctamente lo que puede causarles calambres abdominales, distensión del estómago, náuseas y, en ocasiones, vómitos.

Se trata de una condición que en realidad afecta a más personas de las que podríamos imaginar o que puede desarrollarse por factores como infecciones o cirugías en el intestino delgado.

Alimentos que se deben evitar

Por la naturaleza de esta condición, los intolerantes a la lactosa tienen contraindicado consumir alimentos de charcutería, como la variedad de jamones, chorizo, salchichón y salchichas. De igual manera está contraindicada la ingesta de leche o derivados e incluso sopas, purés o productos de bollería que estén elaborados o enriquecidos con productos lácteos.

Las margarinas que no sean 100% vegetales, así como las bebidas alcohólicas también pueden resultar riesgosas para estas personas.

Entonces, ¿qué es lo que pueden comer los intolerantes a la lactosa?

Para seguir manteniendo una dieta balanceada y repleta de los nutrientes necesarios para un buen funcionamiento del organismo, algunas indicaciones son exactamente las mismas que las de la población promedio: Consumir 5 porciones diarias de frutas y vegetales naturales, 2 dosis de frutos secos y legumbres, consumir continuamente miel, cereales y pescados.

Pero ahondando en el tema de la imprescindible leche, el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK) señala que “es posible que usted pueda tolerar la leche y los productos lácteos si bebe pequeñas cantidades de leche -4 mililitros o menos- (…) o si come productos lácteos que son más fáciles de digerir para las personas con intolerancia a la lactosa, como el yogur y los quesos duros, como el cheddar y el suizo”.

Dónde encontrar el importante calcio

El 90% de nuestro esqueleto está compuesto por calcio por lo que es indispensable para un sano crecimiento y desarrollo y para no tener afecciones en los huesos con el paso del tiempo, de ahí  la importancia de consumir alimentos ricos en este mineral. 

Aunque la fuente más abundante de calcio son los productos lácteos, como la leche, el yogur y el queso; existen otros muchos alimentos que aportan una cantidad importante de este mineral.

¡Conócelos!

Pescados grasos

Brócoli y verduras de hojas verdes

Naranjas

Almendras, nueces de Brasil y frijoles 

Tofu

Productos fortificados con calcio como algunos cereales, jugos de frutas y leche de soya