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¿Cuál es la relación entre la alimentación y el estrés? Aquí te decimos

Comer a deshoras, en cantidades poco favorables e incluir alimentos repletos de grasas saturadas y azúcar son algunos de los síntomas más comunes pero, ¿por qué pasa esto?
martes, 21 de julio de 2020 · 14:57

En estos días de confinamiento se han presentado muchas alteraciones en nuestra rutina diaria y en nuestros hábitos. Una de las conductas en las que más se ha notado este cambio es en nuestra alimentación.

Durante esta cuarentena, ¿cuántas veces no te has descubierto comiendo más de lo usual? o puede ser que por días esporádicos hayas tenido ausencia de apetito por lapsos, ¿te suena familiar? No te preocupes, es posible que, contrario a lo que pensabas, esto no está asociado a una enfermedad catastrófica, la culpa es del estrés.

Los estados de estrés no controlados contribuyen a la adopción de prácticas nutricionales poco saludables. Comer a deshoras, en cantidades poco favorables e incluir alimentos repletos de grasas saturadas o azúcar son algunos de los síntomas más comunes pero, ¿por qué pasa esto?

Cuál es la relación de la comida y el estrés

En esas épocas en las que las labores personales se vuelven más demandantes o en las que nuestro entorno se velve incierto y hostil, es común que vivamos periodos de ansiedad, cansancio, depresión o estrés. Para distraernos o alejarnos de estos estados de ánimo, en un acto reflejo, consumimos más comida de lo usual o en horas en las que normalmente no lo acostumbramos. Esto nos hace sentir bien porque al hacerlo se liberan neurotransmisores como la dopamina, que disminuyen notablemente las sensaciones de angustia

En el caso del estrés permanente, es común que los niveles de cortisol se desequilibren y que con ello la saciedad y apetito se descompensan. Esto usualmente genera sensaciones de urgencia por comida y hambre continua cuando, en realidad, el cuerpo no la necesita. Existen ciertos alimentos como las grasas e hidratos que consiguen alterar la química corporal y calmar el sistema nervioso casi inmediatamente, pero cuyo efecto dura poco tiempo, lo que usualmente desencadena en el cuerpo la necesidad de ingerir estos alimentos más seguido.

¿Qué podemos hacer?

Gestionar el estrés, ansiedad y todos estos sentimientos negativos no es tarea fácil, pero al introducir poco a poco nuevos hábitos en esta "nueva normalidad". Uno de ellos es la inevitable necesidad de hacer ejercicio, ya que por lo menos 30 minutos al día pueden producir los niveles de dopamina que ciertos alimentos dañinos para la salud generan.

Escuchar a nuestro cuerpo y conocer cómo funciona también es fundamental para expresar mejor nuestras emociones y aprender a manejarlas de una manera más constructiva. 

Y por último, no olvides hacer 5 comidas al día, 3 fuertes y dos colaciones en las que puedes agregar snacks deliciosos y saludables que te ayudarán a calmar esa sensación de hambre.