¿Qué es el déficit calórico? Descubre el método que te ayudará a adelgazar

Bajar de peso y lograr una mejor figura es uno de los objetivos más anhelados. A principio de año, todos nos lo proponemos con mucha ilusión y durante los días consecutivos buscamos dietas, productos, ejercicios o cualquier cosa que pueda servirnos para lograr este propósito. Sin embargo, también es bastante común que conforme pasa el tiempo y no vemos resultados convincentes, sumado a la incomodidad de pasar largos periodos con hambre por los estrictos regímenes alimentarios, este objetivo pasa a segundo plano y nos olvidamos de él.

¿Te suena familiar? Es posible que durante estos días de confinamiento también hayas pasado por un proceso similar y que, hasta el día de hoy, sigas buscando la mejor vía para ti. Ante todo esto, tal vez te interesaría conocer el siguiente método.

Qué es el déficit calórico

Explicándolo de una manera sencilla, el déficit calórico es el estado en el que se encuentra el cuerpo cuando quema calorías. Puede sonar simple y hasta llano, pero para entender bien su funcionamiento, también es necesario conocer otros términos y procesos.

Para empezar, es importante saber que el cuerpo obtiene la energía necesaria para su funcionamiento a través de las calorías, las cuales pueden provenir de los carbohidratos, proteínas y hasta de las grasas. El déficit calórico, o la quema de energía proveniente de esos alimentos, se puede dar de tres formas. La primera y más sencilla es el gasto de energía en reposo, que es la energía que el cuerpo utiliza para mantener activas las funciones básicas como respirar mientras tú estás descansando. Por otro lado, el efecto térmico de los alimentos, que son aquellas calorías que el cuerpo gasta para digerir y metabolizar la comida que ingieres, mientras que el gasto de fuerza de actividad es el que todos debemos utilizar para las actividades cotidianas o en ejercicios físicos importantes.

Aunque todos son necesarios para funciones básicas como dormir o respirar y para otras más complejas; las reservas de energía en el cuerpo son las principales responsables de esos kilos de más.

La solución

Ahora que entendemos todo esto, es sencillo explicar las dos vías con las que es posible perder peso.

Lo ideal es que conozcas bien tu rutina diaria y, por consecuencia, la energía que esencialmente necesitas para realizarla y así, consumir lo necesario para cumplir con ella. Mientras menos calorías sobrantes ingreses a tu cuerpo, más sencillo te será perder peso. Recuerda que los alimentos altos en nutrientes serán tus mejores aliados así que no olvides incluir en tu dieta verduras verdes, frutas y legumbres.

Por otro lado, si controlar tus ingestas de comida es algo que aún te resulta complicado, puedes aumentar los niveles de ejercicio o entrenamiento, ya que esto conseguirá que esas reservas de energía, poco a poco se vayan consumiendo y no quede mucho de ellas. El tiempo que debas mantener tu cuerpo en ese estado de déficit calórico, dependerá en gran medida de la cantidad de grasa o tejido adiposo, que necesites eliminar. Es decir, mientras más grasa quieras eliminar, más tiempo deberás mantenerte en él.