¿Qué le pasaría a tu organismo si dejaras de consumir café diario?

El café es una bebida popular en todo el mundo, aunque en México se considera que su consumo va a la alza, pues para 2005 se calculaba que mientras países como Estados Unidos y Brasil consumían cerca de cinco kilos de café por persona al año, los mexicanos consumíamos únicamente 840 gramos; no obstante esta cifra se duplicó en diez años hasta un 100 por ciento y llegó en 2018 hasta cerca de 210 tazas anuales y se calcula que para el 2025 llegue al menos a 300 tazas per cápita.

En este contexto, México no sólo es uno de los principales países productores y exportadores de café, sino que va en constante crecimiento a ser uno de los más consumidores, y es que no es raro, una taza de café mexicano es ideal para comenzar el día, además de que ya te hemos hablado de algunos de los beneficios de consumir esta bebida. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro y las personas debemos aprender a moderarnos.

En el pasado te hemos descrito algunas de las cosas que pueden suceder si abusas del café, provocando desde insomnio, nerviosismo, ansiedad, alteración en la frecuencia cardíaca, hasta malestar estomacal o dolores de cabeza, e incluso, en las mujeres, el café puede aumentar el riesgo de sufrir osteoporosis o disminuir sus probabilidades de quedar embarazada. Pero, ¿qué pasa al cuerpo si dejas de tomar café?

Dejar de tomar café

El café contiene cafeína, un compuesto que afecta a la adenosina, por lo que uno de los primeros efectos al dejar de tomar café se notará en la ralentización de las funciones neuronales por una serie de cambios químicos. La adenosina cumple con importantes procesos bioquímicos en el organismo, como la transferencia de energía, la modulación del sistema nervioso central, además tiene un papel fundamental en la vigilia y efectos sedantes e inhibitorios en la actividad neuronal, por lo que al tomar demasiada cafeína disminuimos nuestra posibilidad de tener sueño.

Cuando se deja de tomar cafeína entra más adenosina al cerebro, lo cual no sólo provoca una sensación de mayor cansancio, sino que dilata los vasos sanguíneos y esto provoca dolor de cabeza. Lo que sucede es que al ingresar cafeína al cuerpo se bloquean esos receptores y por eso viene la famosa "inyección de energía" que aparece casi de forma instantánea. Este efecto deberá normalizarse cuando los niveles dejan de estar alterados.

Al consumir café abundantemente el organismo se va a acostumbrando a recibir la cantidad que le provees, por lo que el organismo fabrica, por así decirlo, más receptores de adenosina en el cuerpo y es por esto que muchas veces sentimos la necesidad de aumentar la dosis de cafeína para recibir el mismo impulso de energía. En este sentido, al reducir a cero la ingesta de cafeína comienza a caer la productividad y a volverse difícil la concentración.

Esta falta de enfocar los pensamientos está relacionada también a la adenosina, pues disminuye el flujo sanguíneo al cerebro; eso no es lo único, puede comenzar a darte mucha hambre por un efecto de ansiedad e irritabilidad por la falta de cafeína, además de que si consumes demasiado café puedes llegar a padecer también dolores musculares, nauseas, vómitos o incluso, depresión, pues el cuerpo está experimentando la abstinencia al café.

¡No tengas miedo! Beber café no es malo, abusar de su consumo sí lo es, por ello te contamos cuántas tazas es aconsejable beber al día, y si quieres ir disminuyendo la cantidad, también te podemos decir que es bueno ir reduciendo de a poco las tazas que tomas diario, así no sufrirás de un golpe el dejar la cafeína y con un consumo más moderado verás la diferencia.