Intolerancia al gluten o enfermedad celíaca: síntomas y cómo controlarla de forma saludable

La enfermedad celíaca, es una enfermedad gastrointestinal crónica, causada por una intolerancia al gluten, no olvidemos que el gluten es la proteína que está presente en el trigo, cebada y centeno, causando una mala absorción y múltiples deficiencias nutricionales.

La intolerancia al gluten al ser una enfermedad autoinmunológica, casi siempre estará asociada con otras enfermedades inmunológicas como; artritis, asma, diabetes tipo 1, psoriasis, alopecias, canas prematura, síndrome de Sjorgen, lupus, tiroiditis de Hashimoto y otras anormalidades en el sistema inmunológico.

Ahora bien los primeros síntomas generalmente son manifestaciones que van a estar inducidas por el gluten en varios de nuestros tejidos gastrointestinales como; diarrea crónica, inflamación abdominal, flatulencias, estreñimiento, colitis, vomito, pérdida de peso inexplicable, heces pálidas y/o malolientes. Sin embargo, cuando la enfermedad no es detectada a tiempo puede llegar aparecer sintomatología secundaria y esto se debe a que el intestino está tan dañado que hay una mala absorción de nutrientes como; fatiga, anemia, osteopenia u osteoporosis, epilepsia, trastornos neurológicos e inclusive infertilidad. Y en niños puede haber falta de crecimiento. Pero mucho ojo ya que existen pacientes que puede llegar a no presentar síntomas gastrointestinales, volviendo a la enfermedad un tanto silenciosa y provocando que no se detecte a tiempo.

Así que es de suma importancia tratar de prevenir y diagnosticar a tiempo, en si el diagnóstico de la enfermedad celíaca puede resultar ser un tanto difícil, ya que los síntomas que produce esta enfermedad también aparecen en muchas otras patologías. Una buena manera de diagnosticarlo sería realizando análisis de anticuerpos,  generalmente los pacientes con intolerancia al gluten tienden a tener los niveles elevados de anticuerpos contra el gluten.

Ahora bien es importante mencionar que cuando se llegan a consumir grandes cantidades de gluten, tu cuerpo puede hacer reacción alérgica a ello, provocando una sensibilidad hacia el gluten llamada, “sensibilidad al gluten no celíaco” por sus siglas en inglés NCGS. Y aun cuando estas personas hayan tenido resultados normales o negativos en las pruebas de anticuerpos si presentan sintomatología gastrointestinal, pueden tener sensibilidad al gluten no celíaco.

Y ¿existe alguna cura? Desafortunadamente no existe alguna cura, pero con un buen tratamiento nutricional, se puede controlar perfectamente y llevar una vida normal. El consumo de una dieta estricta libre de gluten (sin trigo, cebada o centeno) sin duda ha resultado el mejor tratamiento para disminuir los síntomas gastrointestinales.  Así que es necesario acudir a consulta nutricional para evaluar tu caso de manera personalizada y saber qué tan posible es que consumas en pequeñas cantidades y fraccionado el gluten o si es necesario que dejes de consumirlo por completo.

Como bien ya lo mencionamos la dieta libre de gluten puede mejorar los síntomas gastrointestinales pero qué pasa con algunos casos que aún llevando este tipo de dieta la sintomatología sigue en foco rojo, es probable que sea porque la enfermedad avanzó al grado de provocar la disminución en diferentes enzimas gastrointestinales, como las enzimas la lactasa provocando una intolerancia hacia los lácteos. Así que lo ideal es llevar una dieta libre de gluten acompañada de un bajo consumo en alimentos inflamatorios como: lácteos, azúcares y soya.

Descarga y escucha nuestro podcast de Punto Saludable

Entonces, podemos concluir que una dieta libre de gluten y bajo consumo de alimentos proinflamatorios mejorará los síntomas gastrointestinales, siempre que no hayan progresado hasta el punto de dañar irreversiblemente los tejidos y haya deficiencias nutricionales. En caso de haber alguna deficiencia lo ideal es la suplementación con micronutrientes, como:

Ácido fólico: se recomienda suplementar hasta con 25 mg/día, ya esto ayudará a disminuir las diarreas crónicas y mejorar la mucosa intestinal.

Vitaminas del complejo B: los estudios recomiendan suplementar con 80mg/día entre vitamina B6 y B12, esto ayudará a disminuir la depresión que se puede generar en pacientes con enfermedad celíaca.

Hierro con zinc: la suplementación con hierro y zinc se debe a la pérdida de sangre intestinal y al rápido recambio de las células epiteliales intestinales, se necesitaran ciclos constantes de hierro con zinc con la dosis necesaria.

Enzimas digestivas:  es de suma importancia en este tratamiento ya que mejorará la absorción de nutrientes, en Bienesta contamos con enzimas digestivas que podrá consumir cada 15 minutos antes de cada comida.

Probióticos: los probióticos son esenciales para mantener un buen funcionamiento de la flora intestinal, mejorando la absorción de los nutrientes, se debe de consumir una cápsula al día

Como tip, puedes consumirlo en ayunas con un vaso de agua o con un shot de aloe vera.

Magnesio, Vitamina D y Ca, ayudarán a retrasar la osteopenia u osteortritis que los pacientes con esta enfermedad inmune puedan llegar a presentar, en los estudios refieren que se puede suplementar hasta con 15,000UI de vitamina D, sin embargo es importante acudir a consulta nutricional para personalizar la dosis.

No olvides que lo importante es estar bien informado para evitar complicaciones, cualquier patología puede ser tratada y controlada mientras y lleves el apoyo multidisciplinario necesario.

Y recuerda controlar tus niveles de estrés,  todo mundo en la actualidad tiene estrés diario y esto se puede descargas en emociones negativas.

Escucha el podcast con Ana Camacho y sigue todas las recomendaciones

Así que cualquier tratamiento, te funcionara mejor si canalizas el estrés a mensajes positivos, meditando, haciendo yoga, leyendo, compartiendo momentos con la gente que aprecias y amas.