¿Cuál es la diferencia entre la mantequilla y margarina? Descúbrelo

Se usan para cocinar panes, postres, vegetales, pastas, carnes, en fin, casi para todo se puede usar mantequilla o margarina, pues se trata de una fuente de grasa con un sabor muy especial y diferente al de los aceites; sin embargo, no son lo mismo. La mantequilla es un producto de origen animal, mientras que la margarina se obtiene de aceites vegetales y procesos químicos que alteran sus compuestos originales.

Esto tiene un impacto fundamental en la salud, pues pocos saben que el consumo de margarina eleva la incidencia de padecer enfermedades cardiovasculares, crónico degenerativas y cáncer en comparación con la mantequilla, y aquí te decimos por qué. Empezando por su origen, la mantequilla se obtiene de grasas lácteas batidas y amasadas e integradas con agua hasta obtener su consistencia.

En algunos casos se le añade colorante artificial o sal, pero es todo. En tanto, la margarina se obtiene de los aceites vegetales de algodón, girasol, maíz y soya, especialmente del algodón, que luego son pasados a un proceso llamado hidrogenación, en el que básicamente se bombardea al aceite con moléculas de hidrógeno para obtener la misma textura y apariencia que tiene la mantequilla.

La margarina y las grasas trans

La margarina recibe este nombre del ácido margárico, descubierto en 1813 por el químico francés Michel Eugene Chevreul, aunque el producto conocido como margarina fue creado un poco después. Se sabe que en la década de 1860, el emperador Napoleón III de Francia ofreció una recompensa para elaborar un sustituto de la mantequilla que fuera mucho más económico y "apta para conservarse largo tiempo sin alterarse, guardando su valor nutricional".

El resultado fue conseguido por Hippolyte Mege-Moures, un farmacéutico y químico francés que mezcló la grasa de vacuno fraccionada con leche y agua. Para 1872, se presentó la patente, por lo que comenzó a popularizarse, siendo de gran importancia durante la Segunda Guerra Mundial, en especial, en Alemania.

Con el tiempo, se fueron usando los aceites vegetales para la obtención de mantequilla, cuando descubrieron que para endurecerla podían utilizar la hidrogenación. El problema de este proceso es que altera la composición de los aceites vegetales y genera las llamadas grasas trans, que sólo existen de forma artificial y se usan en la industria alimenticia para manipular, mantener y conservar este producto más fácilmente.

Diferencias entre la mantequilla y la margarina

Como mencionamos, la mantequilla procede de la leche y el batido de su nata, por ello, tampoco es que se trata de un producto altamente saludable, ya que contiene grasas saturadas y colesterol, aunque éstas son más fáciles de desechar por nuestro organismo. Este producto es rico en vitamina A, E y D, que actúan como antioxidantes, fortalecen el sistema inmune, previenen la vejez y promueven la salud ocular, además de favorecer la absorción de calcio.

En el caso de la margarina, es un alimento compuesto de grasas mono y poliinsaturadas o grasas trans, que como hemos visto, resultan difíciles de procesar por nuestro organismo. En cuanto a propiedades nutricionales aporta vitaminas E y K, además de que son enriquecidas con otras vitaminas añadidas.

En conclusión, es fundamental decir que ambas son fuentes de grasas, por lo que incluso el abuso en el consumo de mantequilla también es perjudicial para la salud, la diferencia estriba en que las grasas trans presentes en la margarina son un compuesto no recomendable para la salud. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó no consumir más de 30% de grasas saturadas diariamente y no rebasar el 1% de grasas trans en la dieta diaria