La vitamina D ha estado en boga últimamente debido a la conexión que encontraron los científicos respecto a los bajos índices de esta sustancia y la alta incidencia de contagios de Covid-19; no obstante, esta vitamina cumple distintas funciones en el organismo como mantener los huesos fuertes y ayudar al organismo a absorber el calcio, e incluso, a disminuir el riesgo de cáncer como demostró un nuevo estudio.
Según esta investigación hecha por investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston, publicada en la revista científica JAMA Network Open, la suplementación con vitamina D3 (producida por la piel con la acción de los rayos UVB), reduce el riesgo de desarrollar cáncer avanzado, es decir, en etapa terminal o metástasis entre adultos que no obtuvieron un diagnóstico de cáncer al inicio del estudio.
El ensayo clínico aplicado de forma aleatoria a 25 mil 871 pacientes durante 5 años a quienes les fue suministrada la suplementación con vitamina D3 demostró que hubo una reducción en la incidencia de cáncer avanzado "en la cohorte general", especialmente en aquellos individuos con un peso normal, sin que hubiera disminución en las personas con sobrepeso u obesidad.
Vitamina D contra el cáncer
En la revisión de los científicos se observó que los participantes con un Índice de Masa Corporal (IMC) normal, hubo una reducción del 38% del cáncer, por lo que se sugiere que la masa corporal puede influir en la relación que existe entre la vitamina D y la disminución de cáncer en etapa de metástasis.
En los más de 25 mil participantes, se indicó que mil 617 pacientes habían sido diagnosticados con cáncer invasivo durante los cinco años que duró la investigación, por lo que hubo casos con cáncer de mama, de próstata, pulmonar, colorrectal, entre otros. De los 13 mil que recibieron la vitamina D, 226 fueron diagnosticados con cáncer avanzado en comparación con 274 que sólo recibieron placebo.
En tanto, de los 7 mil 843 participantes con IMC menor a 25 y tomaron vitamina D, sólo 58 fueron diagnosticados con cáncer avanzado en comparación con 96 que tomaron placebo. En este sentido, los investigadores afirman que se deben considerar ensayos aleatorios adicionales que se centren en pacientes con cáncer, así como investigaciones del beneficio diferencial por IMC.
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