De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cifra estimada de personas con discapacidad visual es de 253 millones: 36 millones con ceguera y 217 millones con discapacidad visual moderada a grave. A raíz de este impactante comunicado, se han analizado la relación que este fenómeno de salud podría o no tener con la alimentación.

Aunque en  los países más desarrollados, las principales causas de ceguera son más difíciles de tratar; la evidencia científica apunta a que una dieta adecuada, reforzada en vitamina A, puede retrasar o incluso prevenir el desarrollo de estas enfermedades. De hecho, la deficiencia de esta vitamina es la causa principal de ceguera prevenible en los niños a nivel mundial, ya que sin ella se podrían producir úlceras corneales que, al cicatrizar, terminan con la visión permanentemente.

Para complementar, otros componentes como antioxidantes y ácidos grasos omega 3 también son bien conocidos por ser capaces de aletargar o desaparecer la aparición de cataratas, degeneración macular asociada a la edad, glaucoma o el desarrollo de retinopatía en pacientes diabéticos.

¿Qué comer para mantener una visión saludable?

Perder agudeza visual o incluso este sentido por una alimentación poco adecuada es un problema por el que nadie debería pasar, sobretodo teniendo en cuenta que el 80% de las sensaciones que reconocemos las percibimos a través de los ojos, según un hallazgo del Instituto Max Planck.

Es por ello que GastroLab te comparte 10 alimentos que no pueden faltar en tu alacena o refrigerador, especialmente si lo que quieres es seguir disfrutando de una excelente visión.

Salmón: Además de ser una importante fuente de vitamina D y omega 3, contiene uno de los nutrientes más importantes en la prevención de la ceguera: la astaxantina.

Zanahorias: Probablemente las más conocidas por cuidar de la visión por su alto contenido en vitamina A, la cual no solo previene enfermedades importantes, sino que mejora la agudeza visual.

Vegetales de hojas verdes: Ya que tienen un alto contenido de betacarotenos y zeaxantina, estos alimentos destacan por prevenir el síndrome del ojo seco o incluso el deterioro macular.

Frutos secos: Algo que no puede faltar en tu alacena son las avellanas,  cacahuetes, nueces, almendras; ya que son unas de las mejores fuentes de vitamina B y la manera más eficaz de fortalecer la vista.

Lácteos: Son característicos por contener suficiente vitamina A para mantener la salud ocular. También se puede consumir en yogurts y quesos, no solo en leche.

Cítricos: La vitamina C es la encargada de producir el colágeno de alrededor de los ojos; además ayuda a la absorción correcta del resto de vitaminas y nutrientes.

Yema de huevo: Un estudio publicado en The Journal of Nutrition reveló que consumir seis huevos a la semana durante 12 semanas aumenta los niveles de zeaxantina en sangre y mejora la densidad óptica del pigmento macular.

Frutos del bosque: Las frambuesas, cerezas y arándanos son excelentes alimentos para el mantenimiento y reparación de la retina.

Pimiento: 100 gramos de pimiento rojo fresco aportan nada más y nada menos que190 mg de vitamina C, más del triple que las naranjas. Además destaca por contener betacaroteno, precursor de la vitamina A.

Perejil: Tal vez sea el menos popular, pero no dudes que sus dosis de vitamina C también lo convierten en un buen candidato para cuidar de tu vista.