Si buscas comer saludable, seguramente te has enfrentado a la idea de que preparar platillos nutritivos puede ser complicado o requiere ingredientes difíciles de conseguir. No obstante, hay opciones muy prácticas y deliciosas que se pueden elaborar con lo que ya tenemos en casa. Para obtener una comida saludable, las ensaladas son un ejemplo perfecto de cómo podemos disfrutar de platillos fáciles, rápidos y que además nos llenan de nutrientes sin tener que gastar mucho.
Lo mejor de platillos como las ensaladas es que no necesitan una función compleja o demasiado tiempo de preparación. Con unos cuantos elementos frescos se pueden armar deliciosas combinaciones que, además de ser saludables, son muy versátiles e interesantes, haciendo de tu menú del día el momento para disfrutar una excelente comida y brindarle a tu cuerpo los nutrientes que necesita.
Aquí te vamos a compartir dos recetas de ensalada que puedes hacer en casa con ingredientes comunes y que te sacarán de un apuro en cualquier momento del día. Ya sea para una comida ligera, para una cena rápida o incluso como acompañamiento para cualquier platillo que hayas preparado el día de hoy. Lo mejor de todo es que son tan sencillas que puedes modificarlas a tu gusto, agregando tus ingredientes favoritos y logrando combinaciones únicas y deliciosas.
Ensalada de manzana dulce
- 1 manzana
- 2 tazas de espinacas
- 1/2 taza de nueces troceadas
- 1 cucharada de arándanos secos
- Queso de cabra al gusto
- Un chorrito de aceite de oliva y vinagre balsámico
Pasos:
Corta la manzana en rebanadas y mézclala con el resto de los ingredientes en un tazón grande, excepto el queso y los aderezos. Después, agrega un poco de aceite y vinagre justo antes de servir y obtendrás una ensalada dulce, ácida y cremosa, ideal para una entrada o una cena ligera.
Ensalada de pollo asado
- 2 tazas de lechuga
- 1 tomate
- 1/4 de cebolla
- 2 filetes de pollo
- 2 cucharaditas de aceite vegetal
- Queso fresco al gusto
- Sal y pimienta
Pasos:
Sazona el pollo con un poco de sal y pimienta al gusto, después cocina en un sartén con un poco de aceite hasta que esté ligeramente dorado, corta en cubos y reserva. Pica la cebolla en rodajas delgadas, el tomate en cuartos y trocea la lechuga con los dedos, mezcla todos los ingredientes con el queso fresco y el pollo asado y acompaña con tus aderezos favoritos.
