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Así puedes preparar una rica salsa macha con cacahuate y arándanos | Receta

Aprende a preparar una deliciosa salsa macha con cacahuate y arándanos: perfecta para tacos, carnes o quesadillas, con un toque dulce y picosito

Así puedes preparar una rica salsa macha con cacahuate y arándanos | Receta
Aprende a preparar esta deliciosa salsa picosita con un toque dulcesito Foto: Freepik / Shutterstock

La salsa macha es uno de los grandes tesoros de la cocina mexicana: una explosión de sabor que combina el picante del chile seco con la profundidad de ingredientes como el ajo, las semillas y el aceite. Tradicionalmente originaria de Veracruz y Oaxaca, esta salsa se ha adaptado en todo el país con un sinfín de versiones que van desde las más picantes hasta las dulces y ahumadas.

Una de las variaciones más sorprendentes y deliciosas es la salsa macha con cacahuate y arándanos, perfecta para quienes buscan un toque dulce que equilibre el picor. Esta receta no solo resalta el sabor de los chiles secos, sino que también incorpora la textura crujiente del cacahuate y la acidez natural del arándano deshidratado, creando una mezcla irresistible para acompañar tacos, carnes, quesadillas o incluso ensaladas.

Además, es muy fácil de preparar en casa y se conserva bien durante varias semanas si se guarda en un frasco esterilizado y bien cerrado. ¿Quieres saber cómo se prepara esta salsa? Sigue leyendo para conocer la receta y sorprendas a todos con esta versión original de la clásica salsa macha.

Foto: Shutterstock

Receta de salsa macha con cacahuate y arándanos

Ingredientes:

  • 3 chiles de árbol secos
  • 3 chiles pasilla o guajillo secos
  • ½ taza de cacahuates sin sal
  • ¼ de taza de arándanos deshidratados
  • 3 dientes de ajo
  • 1 taza de aceite vegetal (puede ser de oliva suave o de girasol)
  • 1 cda de ajonjolí (opcional)
  • Sal al gusto
  • 1 cda de vinagre (opcional, para equilibrar sabores)

Preparación:

  • Quita las semillas y las venas de los chiles para reducir el picante si lo deseas. Trocea los chiles en tiras pequeñas para facilitar su cocción.
  • En una sartén grande, calienta el aceite a fuego medio. Agrega los dientes de ajo pelados y fríelos hasta que estén dorados (no quemados). Retira y reserva. Luego fríe los chiles rápidamente durante unos segundos (evita que se quemen). Después, añade los cacahuates y el ajonjolí, removiendo constantemente hasta que estén ligeramente dorados. Finalmente, fríe los arándanos por unos 10 segundos.
  • Coloca todos los ingredientes fritos (ajo, chiles, cacahuates, arándanos, ajonjolí) en una licuadora o molcajete. Agrega sal al gusto y una cucharada de vinagre si prefieres una nota ácida. Vierte parte del aceite caliente y licúa hasta obtener la textura deseada (puedes dejarla con trocitos o hacerla más líquida).
  • Una vez que se enfríe, guarda la salsa en un frasco de vidrio limpio y esterilizado. Cubre con el aceite restante para preservar mejor y almacénala en el refrigerador.
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