El kéfir ha ganado popularidad entre los alimentos saludables durante los últimos años, y es que esta bebida fermentada puede aportar muchos beneficios a tu salud si la consumes con frecuencia. Lo mejor de todo es que tú puedes cultivar tu propio kéfir en casa empezando con un poco de leche. Si quieres consumir este fermento por sus beneficios, sigue nuestro paso a paso para empezar a cultivar tu propio kéfir.
Esto se debe a que, gracias a la fermentación de la leche, el kéfir cuenta con múltiples beneficios para la salud. Por ejemplo, puede mejorar tu digestión, fortalecer el sistema inmune y favorecer la flora intestinal. Tiene una textura muy similar al yogur y su sabor también es muy parecido, pero al prepararlo de forma casera no solo obtienes un producto económico y saludable, también evitas aditivos y azúcares añadidos que usualmente se pueden encontrar en los productos comerciales.
La clave para producir kéfir en casa está en los nódulos de kéfir o búlgaros de kéfir, cúmulos de bacterias y levaduras que se alimentan de la lactosa presente en la leche para producir la bebida fermentada. Estos se pueden conseguir fácilmente con alguna persona que ya produzca kéfir en casa, en tiendas naturistas o en línea. En cuanto a la leche, debes utilizar leche entera para la elaboración de tu bebida.

Cómo hacer kéfir paso a paso
Lo primero que tienes que hacer es preparar un frasco limpio; este puede ser de cerámica o vidrio, pero nunca de metal. Lo mismo aplica para los utensilios que vayas a utilizar para manipular los búlgaros: pueden ser de madera, plástico, vidrio o cerámica, pero debes evitar a toda costa el metal. Esterilízalos en agua hirviendo para eliminar cualquier microorganismo que pueda interferir con la fermentación.
Cuando tengas el frasco listo, añade un litro de leche y después de una a tres cucharadas de nódulos de kéfir. Cubre con una tela limpia o una tapa sin ajustar para que puedas permitir el escape de gas. Después, colócalo en un lugar oscuro a temperatura ambiente y déjalo reposar por 24 horas. Toma en cuenta que, si el ambiente es bastante cálido, la fermentación llevará menos tiempo, y por el contrario, si hace frío, puede que tardes un poco más.
Después del tiempo de reposo, cuela el líquido con un colador de plástico para separar los nódulos. La bebida estará lista para consumir y los nódulos podrás usarlos con leche fresca para una nueva porción de kéfir. Si no vas a utilizar tus búlgaros de kéfir, puedes colocarlos en leche y llevarlos a refrigeración para mantenerlos en buen estado hasta que vuelvas a utilizarlos.