Aunque no lo creas, incluir un pastel en tu desayuno puede ser viable si preparas una receta deliciosa y saludable como la de este bizcocho de cacao y avena. Se puede convertir en tu nuevo postre favorito una vez que aprendas cuáles son sus beneficios y qué tan sencillo es elaborarlo. Una excelente forma de desayunar sin dejar de lado el antojito de algo dulce y reconfortante por la mañana.
A diferencia de los bizcochos tradicionales, esta receta no utiliza harina refinada para su estructura y aprovecha a su vez los beneficios de la avena, un cereal que puede aportar fibra, ayuda a mejorar la digestión y aporta energía de forma sostenida a lo largo del día. Por si fuera poco, el cacao también tiene sus propios beneficios, y es que puede brindarnos antioxidantes para proteger a nuestro organismo.
Este bizcocho es suave, esponjoso y, además, es una receta que puedes preparar fácilmente con ingredientes que probablemente ya tienes en casa. Así que es perfecto para iniciar la mañana con él, para compartir en familia o para guardar porciones para toda la semana. ¿Quieres saber cómo prepararlo? Solo sigue el paso a paso que te dejamos a continuación y disfruta de su delicioso sabor.
Bizcocho de avena y cacao
- 1 taza de harina de avena
- 2 huevos
- 1/2 taza de cacao en polvo sin azúcar
- 1/2 taza de yogur griego
- 1/3 de taza de miel
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1/4 de taza de aceite vegetal o de coco
Pasos
- Mezcla todos los ingredientes secos: la avena, el cacao, el polvo para hornear y la sal.
- En otro recipiente, bate los huevos y mezcla con el yogur, la miel, la vainilla y el aceite.
- Integra los ingredientes secos con los húmedos para obtener una masa homogénea.
- Vierte la mezcla en un sartén antiadherente previamente engrasado.
- Tapa y cocina a fuego muy bajo de 30 a 40 minutos.
- Deja enfriar, desmolda y disfruta.
Como puedes ver, esta receta no requiere de horno para cocinarse, así que no te preocupes por procesos complicados por la mañana. En vez de ello, solo necesitarás un sartén antiadherente con tapa, el cual deberás engrasar ligeramente antes de colocar la masa. Además, es recomendable que lo precalientes unos minutos antes de empezar a cocinar el pastel. Esto lo puedes hacer colocándolo sobre la estufa a fuego muy bajo por unos minutos.
La tapa es esencial para que el calor se distribuya de manera uniforme y tu bizcocho se cocine tanto de la parte de arriba como de la parte de abajo. Sabrás que el pan está listo si al introducir un palillo en la parte más gruesa este sale limpio, lo que indica que el interior está completamente cocido. Una vez que lo hayas dejado enfriar, puedes acompañarlo con tus ingredientes favoritos, rellenarlo o incluso disfrutarlo de forma directa con tu bebida caliente de la mañana.
