A todos nos ha pasado: abrimos el refrigerador y vemos jitomates y pimientos al borde de echarse a perder. Antes de tirarlos, hay una forma deliciosa y práctica de aprovecharlos. Convertirlos en una crema casera no solo evita el desperdicio, sino que resulta en una comida reconfortante y nutritiva.
Las cremas de verduras son una excelente opción para aprovechar ingredientes sobrantes, y esta combinación de jitomate con pimiento rojo aporta un sabor profundo, ligeramente dulce y muy aromático. Además, es una receta ideal para acompañar con pan tostado o incluso como entrada para una comida completa.
Con pocos ingredientes y pasos sencillos, puedes transformar vegetales maduros en un platillo digno de restaurante. Esta receta, además de económica, es perfecta para quienes buscan opciones saludables y llenas de sabor sin complicarse en la cocina. Por ello, en esta ocasión te traemos la receta de una crema de jitomate con pimiento que puedes hacer con los ingredientes que te sobran.

¿Cómo preparar una crema de jitomate con pimiento?
Ingredientes
- Jitomates maduros
- Pimientos (pueden ser rojos)
- Cebolla
- Ajo
- Aceite
- Sal y pimienta
- Caldo de pollo
Preparación:
- Corta la cebolla, los jitomates y los pimientos en cubos pequeños y colócalos en un recipiente amplio. Añade un chorrito de aceite de oliva, orégano seco, paprika, sal, pimienta, hojuelas de chile y un toque de vinagre balsámico. Mezcla bien hasta que los vegetales estén cubiertos con los condimentos.
- Cubre el recipiente con papel aluminio y hornea a 200?°C durante 40 minutos, hasta que los ingredientes estén bien asados y suaves.
- Retira del horno y transfiere todo a la licuadora. Agrega un poco de caldo de pollo y licúa hasta obtener una mezcla tersa.
- Luego, cuela la preparación para eliminar residuos sólidos y obtener una textura más fina. Vierte la mezcla en una olla, colócala a fuego medio y añade una cucharada de crema ácida junto con queso parmesano rallado. Remueve con una cuchara hasta que todo se integre y esté bien caliente.
¡Y listo! Así puedes transformar ingredientes maduros en una crema reconfortante, llena de sabor y con una textura cremosa que encantará a todos. Esta crema es ideal para acompañar con pan tostado, crutones, semillas tostadas, un toque de albahaca fresca o incluso unas gotas de aceite de oliva. También puedes servirla como entrada elegante o como plato principal en una cena ligera.