Hacer tu propio queso en casa puede sonar complicado, pero en realidad, con unos cuantos ingredientes y algo de paciencia, es posible obtener una gran variedad de quesos y un resultado delicioso, natural y mucho más económico que otras opciones procesadas que podemos encontrar en el mercado. En esta ocasión te enseñaremos a preparar tu propio queso fresco de forma casera, para que ahorres sin renunciar al sabor ni la calidad de los alimentos.
Al preparar tu propio queso con la receta que te dejamos aquí, podrás controlar de mejor forma los ingredientes que agregas a este producto, evitando así tener que comprar opciones comerciales llenas de conservadores, aditivos o colorantes, elementos usados comúnmente para que los quesos tengan una textura, color y sabor predeterminado. No obstante, al hacerlo en casa obtienes un producto más natural y delicioso.
Lo único que tienes que tomar en cuenta para realizar tu propio queso en casa es que necesitarás leche entera y fresca, preferiblemente bronca, que no haya pasado por el proceso de pasteurización, para que así puedas obtener una mejor calidad en tu queso final. Además, también necesitarás cuajo, un producto que puedes encontrar en farmacias, mercados y tiendas especializadas, y que nos servirá para obtener la cuajada de la leche.
Queso fresco casero
- 3 litros de leche fresca
- 45 gotas de cuajo
- Sal al gusto
Pasos
- Calienta la leche hasta alcanzar los 32 grados centígrados, luego añade el cuajo y mezcla.
- Mantén la temperatura constante y cubre tu recipiente. Asegúrate de que la leche no pase de los 35 grados centígrados.
- Después de 40 minutos, verifica la cuajada: al cortarla, el cuchillo deberá salir sin restos de leche.
- En este punto deberás cortar la cuajada y dejar reposar toda la mezcla sin calor por 10 minutos.
- Cuela el suero y coloca la cuajada con ayuda de una manta de cielo.
- Exprime ligeramente y coloca la cuajada en un recipiente para agregar sal al gusto.
- Mezcla todo hasta que se incorpore bien la sal y coloca la cuajada en una canasta o colador amplio.
- Cubre con la manta de cielo y coloca peso por encima para que se drene el exceso de suero.
- Refrigera por un par de horas con el peso encima y tu queso estará listo.
El queso que estás preparando es uno muy similar al queso canasto o queso panela. El nivel de humedad en el resultado final dependerá de cuánto tiempo dejes "exprimiendo" el queso con peso encima. Cuando esté listo, puedes colocarlo en un recipiente hermético con un poco de papel absorbente en la parte media del refrigerador para que no absorba olores ni sabores.
Toma nota de que la cantidad de cuajo que vas a necesitar depende mucho de la marca de cuajo que utilices. Generalmente, cada empaque indica cuántas gotas deben utilizarse por litro de leche. Este queso es perfecto para las ensaladas, sándwiches y todo tipo de preparaciones tradicionales. Se conservará en buen estado entre 5 y 7 días, siempre y cuando lo refrigeres adecuadamente, pero si notas que cambia de color o huele extraño, es momento de desecharlo.
