La lasagna es uno de los platillos más representativos de la cocina italiana, conocida por sus capas de pasta, carne, salsa y queso que se funden en una combinación irresistible. Aunque su preparación puede parecer laboriosa, seguir los pasos adecuados garantiza un resultado delicioso que bien vale el esfuerzo. Ya sea para una comida familiar, una ocasión especial o simplemente para consentirse, la lasagna siempre es una excelente opción.
A lo largo de los años, este platillo ha ganado popularidad en todo el mundo y ha dado lugar a múltiples variaciones, desde versiones vegetarianas hasta las elaboradas con mariscos o pollo. Sin embargo, la receta clásica con carne molida, salsa de jitomate y bechamel sigue siendo la favorita de muchos. Prepararla en casa permite controlar la calidad de los ingredientes y adaptar el sabor al gusto de cada quien.
Además de su sabor, la lasagna tiene otra gran ventaja: puede prepararse con anticipación y recalentarse sin perder su textura ni su encanto. Incluso se puede congelar por porciones, lo que la convierte en una opción práctica para quienes buscan planificar sus comidas con antelación. Por ello, aquí en GastroLab te compartimos una receta sencilla y tradicional para que la prepares desde cero y sorprendas a todos en casa.
Receta de lasagna clásica
Ingredientes:
- 500 g de carne molida de res (puedes mezclar con cerdo si prefieres)
- 1/2 cebolla picada
- 2 dientes de ajo picados
- 800 g de jitomates triturados (pueden ser enlatados)
- 2 cucharadas de puré de tomate
- 1 cucharadita de orégano seco
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva
- 50 g de mantequilla
- 2 cucharadas de harina
- 500 ml de leche
- Nuez moscada al gusto
- Sal y pimienta
- Láminas de pasta para lasagna (precocidas o cocidas según el empaque)
- 200 g de queso mozzarella rallado
- 100 g de queso parmesano rallado
Preparación:
- En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva y sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes.
- Agrega la carne molida y cocina hasta que se dore. Incorpora los jitomates, el puré de tomate, orégano, sal y pimienta. Cocina a fuego medio-bajo por 20-30 minutos, hasta que la salsa espese.
- Derrite la mantequilla en una cacerola. Añade la harina y mezcla bien durante 1-2 minutos.
- Agrega la leche poco a poco, batiendo constantemente para evitar grumos. Cocina hasta que espese y agrega sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.
- Precalienta el horno a 180°C. En un refractario, coloca una capa de salsa de carne, luego una capa de pasta, un poco de bechamel y un puñado de queso.
- Repite las capas hasta terminar con salsa bechamel y queso en la parte superior.
- Cubre con papel aluminio y hornea durante 25 minutos.
- Retira el papel y hornea 10-15 minutos más para gratinar el queso. Deja reposar 10 minutos antes de servir.
