Armar una tabla de quesos puede parecer una tarea reservada para expertos en gastronomía, pero la realidad es que cualquiera puede lograr una presentación impactante con una buena receta que además incluya un par de consejos y permita acomodar los alimentos de manera estratégica.
Esta preparación, ideal para reuniones, cenas informales o incluso como entrada elegante, combina sabor, textura y estética en un solo plato. Sin embargo, no se trata solo de poner quesos al azar sobre una tabla de madera, sino de construir una pequeña obra de arte comestible, equilibrando ingredientes dulces, salados y crujientes.
La buena noticia es que no necesitas ingredientes sofisticados ni herramientas especiales para hacer una propia tabla de quesos casera, basta con una linda tabla e insumos frescos y de calidad. Aquí te mostramos cómo armar una propuesta irresistible, paso a paso.
Cómo armar una tabla de quesos en casa
- 100 g Queso brie o camembert
- 100 g Queso manchego o gouda curado
- 80 g Queso azul o roquefort
- 200 g Jamón serrano, salami o prosciutto
- 1 taza Uvas frescas
- 3 cucharadas Mermelada de higo o miel
- ½ taza Dátiles o frutas deshidratadas
- ½ taza Frutos secos (almendras, nueces o pistachos)
- ½ taza Aceitunas verdes o negras
- 8 a 10 rebanadas – Pan tipo baguette
- 1 taza Galletas saladas
- 8 unidades Grisini o palitos de pan
Preparación:
- Coloca las porciones de quesos en puntos clave de la tabla, cortados de diferentes formas (cuñas, trozos, ruedas). Deja uno entero para cortar en el momento.
- Tip culinario: Deja un queso entero y colócalo en medio para que sea el protagonista visual.
- Enrolla o dobla los embutidos en forma de flor para dar volumen.
- Tip culinario: Puedes usar el borde de una copa para acomodar y aplicar los cortes de embutidos y darles forma de flor.
- Distribuye los elementos dulces y salados: reparte los frutos secos, frutas y aceitunas para crear equilibrio visual.
- Rodea los quesos con pan y galletas, cuidando que no se humedezcan con otros ingredientes.
- Tip culinario: Puedes usar unas ramitas de romero fresco, flores comestibles o un chorrito de miel sobre el brie para elevar el resultado.
Esta tabla de quesos no solo conquistará paladares, sino que será un punto focal en tu mesa para tener una noche especial con muy poco esfuerzo y que todos los comensales disfruten de algo rico para picar.
