Las garnachas son parte de la identidad mexicana por su gran sabor. Y es que, ¿Quién no ha comido unas buenas garnachas al salir del trabajo, la escuela o en su día de descanso? Las quesadillas, sopes, tlayudas, gorditas, entre otras, siempre son un gran sí para el antojito.
Este platillo no es más que una tortilla de maíz frita en aceite o manteca de cerdo, pero la clave de su preparación también tiene que ver con la masa. Sin una buena masa, la garnacha puede resultar completamente mal. Pero no te apures, aquí te vamos a compartir la mejor masa casera para garnachas.
Así es, lo único que necesitas para que te salgan como las del puesto de la esquina es que tu masa debe ser de harina de maíz nixtamalizada. Eso no se te puede olvidar porque es la base para que nuestra preparación quede deliciosa. Para un toque más grasoso y crujiente, se puede usar en la masa manteca de cerdo o aceite. Sigue leyendo para que conozcas la receta completa.

Cómo hacer masa para garnachas
Ingredientes:
- 2 tazas de harina de maíz nixtamalizada
- 1 ¼ tazas de agua tibia
- ½ cucharadita de sal
- 2 cucharadas de manteca de cerdo o aceite vegetal (opcional, pero recomendadas para más sabor)
Preparación:
- En un bowl grande, mezcla la harina con la sal. Si vas a usar manteca de cerdo, agrégala ahora y mezcla con las manos hasta que se integre bien.
- Agrega poco a poco el agua tibia mientras amasas. No la eches toda de golpe, ve viendo qué tanta necesita tu mezcla. La masa debe quedar suave y no pegarse en las manos.
- Amasa durante unos 5 minutos. Si está muy seca, añade un poco más de agua; si está muy húmeda, espolvorea un poco más de harina.
- Forma bolitas medianas (como del tamaño de una pelota de ping pong). Cúbrelas con un trapo húmedo para que no se sequen mientras terminas.
- Aplana cada bolita con una prensa para tortillas o con dos platos forrados con plástico. La idea es que queden más gruesas que una tortilla normal, como de unos 6 mm.
- Fríe en aceite caliente o en manteca de cerdo, hasta que estén doraditas por fuera y cocidas por dentro. No las dejes tanto tiempo, solo lo suficiente para que se vean crujientes.
Una vez que tienes tus garnachas listas, puedes rellenarlas con el guisado que se te antoje o sea tu favorito. Aquí algunas recomendaciones: chicharrón prensado, papa, frijoles refritos, carne deshebrada o cualquier guisado que tengas en casa. Agrégales repollo, salsita, queso rallado o crema y listo.