Cuando el tiempo apremia pero anhelas un plato casero y reconfortante, pocas recetas son tan convenientes como la crema de champiñones. Su textura sedosa y sabor terroso combinan a la perfección con una ensalada ligera, un sándwich o un corte de carne. Además, sirve como entrada elegante para una cena especial o como almuerzo reconfortante entre semana.
Los champiñones frescos aportan proteínas vegetales, fibra y minerales como selenio y potasio. Al cocinarlos con un buen caldo y un toque de lácteos ligeros, obtienes una crema nutritiva que se siente mucho más indulgente de lo que realmente es. Lo mejor: todo se hace en una sola olla y la licuadora, minimizando el desorden en la cocina.
Esta versión exprés prescinde de técnicas complicadas y se apoya en ingredientes fáciles de conseguir. El resultado es una sopa suave, aromática y lista en menos de 30 minutos, perfecta para principiantes o para quienes simplemente no quieren pasar mucho tiempo frente a los fogones. ¿Quieres saber cómo se prepara esta crema de champiñones? Sigue leyendo.

¿Cómo preparar la crema de champiñones?
Ingredientes
- 400 g de champiñones frescos, limpios y fileteados
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cucharada de aceite de oliva
- ½ cebolla mediana, picada
- 1 diente de ajo, picado
- 3 tazas (720 ml) de caldo de pollo o verduras
- ½ taza (120 ml) de leche evaporada o crema ligera
- 1 cucharada de harina de trigo (opcional, para espesar)
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco picado para decorar (opcional)
Preparación:
- Calienta la mantequilla y el aceite en la olla a fuego medio. Agrega cebolla y ajo; cocina 2 minutos hasta que se ablanden sin dorarse.
- Incorpora los champiñones fileteados. Salpimienta y saltea 5 minutos, removiendo, hasta que suelten su jugo y se reduzcan.
- Espolvorea la harina y mezcla 30 segundos (paso opcional para una textura más densa). Vierte el caldo poco a poco, removiendo para evitar grumos. Lleva a ebullición suave y hierve 8 minutos.
- Retira la olla del fuego. Licúa la sopa con una batidora de inmersión (o en licuadora normal, con cuidado) hasta que quede tersa. Regresa al fuego, añade la leche evaporada, ajusta sal y pimienta y calienta 2 minutos más sin que hierva.
- Reparte la crema en tazones, espolvorea perejil fresco y acompaña con pan crujiente. ¡Lista para disfrutar!