Los chilaquiles son uno de esos platillos representativos del desayuno mexicano que, por su toque reconfortante, su versatilidad y su sabor delicioso, se han convertido en un favorito de fondas y hogares por igual. Además, se trata de un platillo que se puede adaptar fácilmente a los ingredientes que tengas en casa. Ya sea con salsa verde, roja o incluso con mole, los chilaquiles siempre son una excelente forma de iniciar el día.
Usualmente, este platillo de la cocina tradicional mexicana era una forma de aprovechar las tortillas del día anterior, pues se cortaban, se freían y se bañaban en salsa para lograr un platillo totalmente nuevo. Aunque los chilaquiles se pueden preparar con cualquier tortilla que tengas a la mano, lo ideal es utilizar tortillas frías, ya que se pueden cortar y freír de mejor forma, obteniéndose una textura muy especial en tus chilaquiles.
Además de ser una delicia, preparar chilaquiles no tiene por qué ser complicado y mucho menos tardado. Con la receta que te vamos a dejar aquí, tendrás una versión rápida para disfrutar de todo el sabor de este clásico mexicano del desayuno sin tener que pasar mucho tiempo junto a la estufa. Son perfectos para consentirte por la mañana o para sorprender a la familia con un toque tradicional para empezar el día.

Receta de chilaquiles rápidos
- 12 tortillas de maíz
- 6 tomates maduros
- 1/4 de cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 chiles serranos
- 1/4 taza de cilantro fresco
- 1 taza de caldo de pollo o agua
- Sal al gusto
- Aceite vegetal
Pasos
- Corta las tortillas por la mitad y después en triángulos.
- Fríe en un sartén hasta que estén doradas y crujientes.
- Escurre en un papel absorbente y reserva.
- Asa los tomates, la cebolla, el ajo y el chile en un sartén.
- Una vez listos, licúa con el caldo, el cilantro y sal al gusto.
- Vierte la salsa en una cazuela con un poco de aceite.
- Cocina todo a fuego medio por 10 minutos y añade las tortillas.
- Tapa y cocina por unos minutos más para que las tortillas se bañen en la salsa.
- Sirve y disfruta.
Como ya te explicamos, las tortillas que utilices se cocinarán mejor si estas son del día anterior, están frías y ligeramente duras. Si no tienes tortillas viejas, puedes dejar enfriar las tortillas que acabas de comprar hasta que pierdan un poco de humedad y calor. Una vez listos, puedes servirlos con los clásicos: queso, cebolla y crema, acompañar con un huevo o incluso un bistec bien frito.
Esta receta es para unos buenos chilaquiles suaves, bien impregnados de sabor. Si te gustan los chilaquiles crujientes, la forma de servirlos será muy diferente: en vez de colocar las tortillas fritas en la salsa, sirve una porción directamente en un plato y baña con suficiente salsa por encima. Sirve sin dejar que las tortillas se remojen demasiado y disfruta de su textura crocante.