En los últimos meses, todos queremos saber las recetas mágicas de las celebridades para lucir la piel luminosa y llena de vida. Pero no existen estos trucos mágicos, más bien es el colágeno, la proteína que da fuerza y elasticidad a la piel. Lo mejor de todo es que puedes obtener colágeno de forma natural, sin gastar en suplementos caros.
¿Cómo? Solo necesitas ingredientes naturales fáciles de conseguir. Y sí, aunque nuestro cuerpo produce colágeno de forma natural, esta producción va disminuyendo con el paso de los años, por lo que una ayudadita no está de más. Sobre todo si se trata de un colágeno casero en polvo, hecho en casa, sin químicos y con resultados visibles.
Aunque existen muchos suplementos comerciales que prometen beneficios milagrosos, lo cierto es que puedes preparar colágeno casero con ingredientes de cocina. Es económico, fácil de hacer, y tu piel, cabello y uñas te lo agradecerán. Aquí te explicamos cómo hacer tu propio suplemento natural de colágeno.

¿Qué es el colágeno y por qué es importante?
El colágeno es una proteína que forma parte de nuestra piel, huesos, tendones y cartílagos. Es responsable de mantener la estructura y elasticidad de la piel, además de ayudar en la reparación de tejidos. Con el tiempo, el cuerpo reduce su producción, lo que da paso a arrugas, flacidez y dolores articulares.
Incluir colágeno en tu alimentación puede marcar una diferencia, y si lo haces de manera natural, mejor aún. Con ingredientes simples como huesos y cartílagos de origen animal, puedes preparar un suplemento en polvo que te ayude a recuperar esa firmeza y vitalidad que se pierde con la edad. Esta receta no requiere ingredientes costosos ni aparatos de cocina complicados. Solo necesitas tiempo y paciencia para obtener un colágeno puro, sin conservadores ni aditivos artificiales.

¿Cómo hacer colágeno casero en polvo?
Aquí tienes el paso a paso para preparar colágeno casero. Es ideal hacerlo un fin de semana o cuando tengas tiempo libre, ya que el proceso es lento, pero muy efectivo:
- Consigue huesos con cartílago (de res, pollo o pescado) y lávalos muy bien para eliminar cualquier resto de grasa o sangre.
- Coloca los huesos en una olla grande. Cúbrelos con agua y añade un chorro de vinagre de manzana (esto ayuda a extraer mejor el colágeno). Deja reposar 30 minutos.
- Prende la estufa a fuego lento y deja hervir entre 12 y 24 horas. Cuanto más tiempo, mejor se extraerá el colágeno.
- Una vez que termine la cocción, cuela el caldo y desecha los huesos. El líquido que obtienes es una especie de caldo espeso.
- Vierte el líquido en bandejas y mételo al horno a temperatura baja (60°C) o en un deshidratador. Deja secar hasta que no quede humedad. Esto puede tardar varias horas.
- Una vez seco, rompe la masa sólida en pedazos y tritúralos hasta obtener un polvo fino.
Puedes añadir este colágeno casero en polvo a licuados, sopas, jugos o simplemente disolverlo en agua caliente. Lo ideal es consumirlo en ayunas o antes de dormir para aprovechar mejor sus beneficios.