En la región de Cataluña, al noreste de España, la cultura gastronómica se vive con orgullo y sabor. Entre todas sus delicias, hay un platillo sencillo pero profundamente representativo que se ha convertido en el desayuno por excelencia: el pa amb tomàquet, o pan con tomate. Más que una receta, es una tradición que forma parte de la identidad catalana y que ha conquistado paladares dentro y fuera del país.
Este desayuno, que puede parecer humilde a simple vista, encierra una armonía perfecta entre ingredientes de calidad y una preparación sin complicaciones. Su base es el pan rústico, que se frota con jitomate maduro y se baña con un buen aceite de oliva virgen extra, con un toque de sal al gusto. En muchos hogares catalanes se acompaña con jamón serrano, embutidos o quesos, pero también es delicioso por sí solo.
El pa amb tomàquet destaca no solo por su sabor, sino por la forma en que refleja el espíritu de la cocina mediterránea: productos frescos, locales y de temporada, usados con respeto y sencillez. Es común en desayunos, meriendas y hasta como acompañamiento en comidas. Si quieres llevar a tu mesa un pedacito de Cataluña, aquí te explicamos cómo prepararlo.

Receta de Pa amb tomàquet (pan con tomate catalán)
Ingredientes:
- 1 pan rústico tipo payés o pan de campo
- 2 a 3 jitomates maduros (de preferencia tipo rama o pera)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Ajo (opcional)
- Jamón serrano, chorizo o queso curado (opcional)
Preparación:
- Tuesta el pan: Corta el pan en rebanadas gruesas y tuéstalas ligeramente hasta que estén doradas y crujientes por fuera, pero suaves por dentro.
- Prepara la base: Si lo deseas, frota ligeramente un diente de ajo sobre el pan caliente para darle un toque aromático. Luego, corta los jitomates por la mitad y frótalos directamente sobre el pan, presionando para que la pulpa se impregne bien en la miga.
- Finaliza y sirve: Añade un chorrito generoso de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. Puedes disfrutarlo así, o agregar por encima jamón serrano, chorizo, queso o incluso una tortilla española. ¡Y listo! Tienes un desayuno lleno de sabor, historia y tradición catalana.