Después de un día largo de trabajo o escuela, lo único que uno quiere es una cena ligera y deliciosa que no te deje con pesadez estomacal. Muchas veces optamos por algo rápido, pero no siempre saludable. Por eso, una buena opción para cerrar el día es una crema calientita, fácil de preparar y que además sea nutritiva.
Entre las verduras que más aportan beneficios al cuerpo está el brócoli. Este vegetal verde, además de ser económico, es rico en fibra, antioxidantes y vitaminas. Combinado con un superalimento como la chía, se convierte en una cena completa que ayuda al sistema digestivo y favorece el descanso por las noches.
Así que si estás buscando algo sabroso, rápido y nutritivo para cenar, quédate, porque aquí te compartimos el paso a paso para hacer crema de brócoli con chía que, además de ser una receta fácil de preparar, también tiene un gran aporte nutricional y puedes hacerla en menos de 30 minutos. ¡Toma nota!

Receta de crema de brócoli con chía
Ingredientes:
- 1 brócoli mediano, lavado y cortado en trozos
- 1 papa chica, pelada y en cubos
- 1/4 de cebolla blanca
- 1 diente de ajo
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 3 tazas de caldo de verduras o agua
- 2 cucharadas de semillas de chía
- Sal y pimienta al gusto
- Leche vegetal o descremada (opcional, para darle cremosidad)
Preparación:
- En una olla, calienta el aceite de oliva y sofríe la cebolla y el ajo durante 2 minutos.
- Agrega la papa y el brócoli. Cocina por 5 minutos moviendo ocasionalmente.
- Vierte el caldo de verduras y deja hervir a fuego medio hasta que las verduras estén suaves (aproximadamente 15 minutos).
- Retira del fuego y deja enfriar un poco. Luego licúa todo hasta obtener una mezcla cremosa. Puedes agregar un chorrito de leche para darle más suavidad.
- Regresa la mezcla a la olla, añade la sal, pimienta y las semillas de chía. Cocina por 5 minutos más para que la chía se hidrate.
- Sirve caliente y decora con unas semillitas encima o un poco de queso rallado si lo prefieres.
El brócoli es conocido por su alto contenido en vitamina C, vitamina K, ácido fólico y fibra. Su consumo regular fortalece el sistema inmunológico y ayuda a desintoxicar el cuerpo. Además, tiene pocas calorías, lo que lo convierte en un alimento ideal para la noche.
La chía, por su parte, es una semilla que contiene omega 3, calcio, antioxidantes y fibra soluble. Ayuda a mejorar la digestión, controlar los niveles de colesterol y prolongar la saciedad. Agregarla a sopas o cremas no cambia el sabor, pero sí potencia el valor nutricional.