La chía es una semilla pequeña pero poderosa, rica en nutrientes esenciales como ácidos grasos omega-3, fibra, antioxidantes y proteínas. Su versatilidad en la cocina permite incorporarla fácilmente en una variedad de platillos, desde batidos y pudines hasta ensaladas y productos horneados. Además, gracias a su capacidad de absorber líquidos, puede usarse como espesante o incluso como sustituto del huevo en recetas veganas.
A nivel nutricional, la chía es especialmente conocida por sus beneficios para la digestión, el control del colesterol y la regulación del azúcar en la sangre. Su alta concentración de fibra soluble también favorece la sensación de saciedad, lo que la convierte en un aliado perfecto para quienes buscan mantener un peso saludable. Con su creciente popularidad, la chía se ha consolidado como un superalimento clave en dietas equilibradas y sostenibles, contribuyendo no solo a la salud individual, sino también al bienestar ambiental al requerir un bajo impacto en su cultivo.
Por ello, no es de sorprenderse que haya miles de recetas con esta semilla beneficiosa como lo es la chía, por esta razón, en el Día Mundial de la Chía, te traemos una receta para que prepares una suave, cremosa y versátil salsa de limón y chía, ideal para aportar color y sabor a tus preparaciones culinarias como pescados y ensaladas.

Cómo hacer una salsa de limón con chía
Ingredientes:
- 1 taza de agua
- 2 limones sin piel
- 1 taza de vinagre de Jerez
- 1 taza de aceite de oliva virgen extra
- 4 dientes de ajo pequeños, pelados
- 2 chalotas, peladas
- 1 cucharada de mostaza Dijon
- ¼ de taza de cebollino fresco picado
- ¼ de taza de semillas de chía
Preparación:
- Preparar los limones: Retira la cáscara y la piel blanca con un pelador o cuchillo, dejando solo la pulpa.
- Mezclar los ingredientes: Coloca todos los ingredientes en la batidora, siguiendo el orden indicado, y cierra bien la tapa.
- Licuar: Comienza con velocidad baja y aumenta progresivamente hasta la máxima potencia. Procesa durante 30 segundos o hasta obtener una textura homogénea.
- Refrigerar: Si lo deseas, guarda la salsa en un frasco hermético en el refrigerador para que los sabores se integren mejor.