Gracias al internet, cada vez conocemos más recetas y bebidas poco comunes que han ganado popularidad por sus beneficios para la salud. Tal es el caso del kéfir, un alimento fermentado que ha sido tendencia en redes sociales por sus propiedades para desinflamar el estómago y mejorar la digestión.
El kéfir es un probiótico que se obtiene a partir de la fermentación de leche o agua con azúcar. Este proceso es posible gracias a la acción de bacterias y levaduras beneficiosas que forman gránulos y crean un ecosistema complejo. Se puede preparar de manera artesanal o industrial, pero la versión casera conserva más propiedades y beneficios para la salud.
Este lácteo fermentado es rico en nutrientes y favorece la digestión. Lo mejor es que puedes incluirlo fácilmente en tu dieta diaria, ya sea en el desayuno, en postres como sustituto del yogur o la crema, o incluso durante la cena . A continuación, te explicamos sus beneficios y cómo prepararlo en casa.

¿Para qué sirve consumir kéfir?
Según la Universidad Nacional de Hurlingham, los probióticos son microorganismos vivos que favorecen la salud intestinal y fortalecen el sistema inmunológico. Actúan equilibrando la flora intestinal, ayudando en la digestión y combatiendo bacterias dañinas que pueden afectar la salud digestiva.
Además, el consumo regular de kéfir se asocia con una mejor absorción de nutrientes, reducción de inflamaciones intestinales y prevención de enfermedades digestivas También puede contribuir a mejorar la salud de la piel, reducir alergias y promover el bienestar general.

Kéfir de leche | RECETA
Ingredientes:
- 1 litro de leche entera (puede ser de vaca, cabra u oveja)
- 2 cucharadas de nódulos de kéfir
- 1 frasco de vidrio con tapa
- 1 colador de plástico o acero inoxidable
- 1 cucharada de madera o plástico
Preparación:
- Coloca los nódulos de kéfir en el frasco de vidrio limpio.
- Agrega la leche a temperatura ambiente o ligeramente tibia, evitando que esté muy caliente.
- Cubre el frasco con una tela o tapa sin sellar completamente, permitiendo la circulación del aire.
- Deja fermentar a temperatura ambiente (entre 20-25 °C) durante 24 horas. Si lo deja más tiempo, el kéfir tendrá un sabor más ácido.
- Cuela la mezcla con el colador, separando los nódulos de kéfir del líquido fermentado.
- Guarda el kéfir colado en el refrigerador y consúmelo frío. Los nódulos se pueden reutilizar para una nueva preparación.