El hierro es uno de los nutrientes más importantes que debemos consumir de forma constante debido a su función dentro del organismo. Afortunadamente, hay muchas maneras bastante ricas de incorporarlo a nuestra dieta. Ejemplo de ello es esta rica ensalada de garbanzos y espinacas que te vamos a enseñar a preparar para tu desayuno, una forma muy nutritiva y deliciosa de empezar el día.
Nuestro cuerpo necesita hierro para producir hemoglobina y mioglobina, proteínas que transportan el oxígeno en la sangre. También es importante para el desarrollo en la infancia y para el funcionamiento de varios órganos en el cuerpo; interviene en la salud de los músculos, la médula ósea y hasta en la producción de hormonas. Por eso, cuando falta este mineral en el organismo, pueden producirse problemas bastante complejos, como la anemia.
En el mundo culinario existen varios ingredientes que pueden ayudarte a obtener hierro de forma fácil sin dejar de lado el buen sabor. En este caso, utilizaremos garbanzos y espinacas, que son dos alimentos ricos en este mineral, pero también los complementaremos con jugo de limón, pimientos y jitomates cherry, que aportan vitamina C y ayudan a mejorar la absorción del hierro en el organismo.

Ensalada de espinacas y garbanzos
- 1 taza de garbanzos cocidos
- 1 pimiento rojo
- ½ taza de pepino
- 1 taza de espinacas
- ½ taza de jitomates cherry
- ¼ de cebolla morada
- 2 cucharadas de perejil fresco
- 1 limón
- 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
- Sal y pimienta al gusto
Pasos
- Lava y desinfecta las espinacas antes de usarlas.
- Corta el pimiento en cubos pequeños y la cebolla en rodajas delgadas.
- También deberás cortar el pepino en medias rebanadas y los jitomates en cuartos.
- Por último, pica finamente el perejil y resérvalo.
- En un tazón, mezcla los garbanzos cocidos con las verduras y las espinacas frescas.
- Mezcla el aceite de oliva con el jugo de limón y úsalo como aderezo para la ensalada.
- Sazona con sal y pimienta al gusto y disfruta.
Ya que vamos a utilizar garbanzos cocidos para esta receta, puedes comprarlos enlatados y listos para usar, o bien, cocinar tus propios garbanzos en casa. Solo toma en cuenta que este proceso requiere remojarlos previamente para que su cocción sea más rápida y sencilla. Lo ideal es dejarlos sumergidos en agua una noche antes y cocinarlos por la mañana para que estén listos para tu ensalada.
Al ser una ensalada muy fresca y que no requiere ningún tipo de cocción durante su preparación, puedes elaborarla y guardarla en refrigeración hasta que quieras consumirla o llevarla contigo a la escuela o la oficina. Si no la vas a consumir de inmediato, te recomendamos no agregar el aderezo de jugo de limón y aceite de oliva; de esta manera, los vegetales se mantendrán frescos y podrás aderezar tu ensalada al gusto cuando vayas a comerla.