¿Sabías que el diente de león, esa planta de flores amarillas que encontramos en jardines o banquetas, puede transformarse en una deliciosa mermelada? Aunque muchos la consideran maleza, está llena de propiedades beneficiosas para la salud. Sus pétalos aportan un sabor floral suave, ideal para una mermelada diferente y natural. Esta planta es rica en antioxidantes y vitaminas A, C y K, además de minerales como hierro, calcio y potasio.
Entre sus beneficios destacan sus propiedades diuréticas, que ayudan a eliminar toxinas, mejorar la digestión y aliviar inflamaciones. Incluso la raíz de diente de león es conocida por favorecer la salud del hígado y desintoxicar el organismo.
Por lo que si buscas darle un giro original a tus desayunos o almuerzos, esta mermelada es para ti. Tiene un toque dulce con notas ligeramente herbales que recuerdan a la miel, convirtiéndola en un acompañamiento ideal para pan, galletas o incluso quesos. Lo mejor de todo es que puedes hacerla fácilmente en casa con pocos ingredientes y aprovechar las flores frescas de temporada ¿Te interesa? Aquí te contamos cómo prepararla desde cero..
Cómo preparar mermelada de diente de león
Ingredientes:
- 1 taza de pétalos de diente de león (solo la parte amarilla)
- 4 tazas de agua
- 3 tazas de azúcar
- 1/4 de taza de jugo de limón
- 1 cucharadita de pectina (opcional, para espesar)
Instrucciones:
- Preparación de las flores: Recolecta las flores de diente de león en un lugar limpio y libre de pesticidas. Lávalas bien y retira los pétalos amarillos (evita los tallos y las partes verdes para que no amargue).
- Infusión de pétalos: Coloca los pétalos en una olla junto con las 4 tazas de agua. Lleva a ebullición y cocina a fuego lento durante 20 minutos. Retira del fuego y cuela el líquido para separar los pétalos.
- Preparación de la mermelada: Vuelve a colocar el líquido colado en la olla. Añade el azúcar y el jugo de limón. Lleva a ebullición y cocina a fuego lento, removiendo ocasionalmente, durante unos 40-50 minutos, o hasta que la mezcla espese. Si prefieres una consistencia más firme, añade la pectina en este punto y sigue las instrucciones del paquete.
- Envasado: Vierte la mermelada caliente en frascos esterilizados. Cierra bien los frascos y déjalos enfriar a temperatura ambiente.
Esta mermelada es ideal para acompañar pan, galletas, quesos o incluso yogur. Guárdala en el refrigerador y consúmela en un mes para disfrutarla fresca y deliciosa. Sorprende a tus amigos y familia con esta maravilla de mermelada casera
