La calabaza es uno de los ingredientes más versátiles y nutritivos de la cocina mexicana. Su sabor suave y ligeramente dulce la convierte en una base perfecta para preparar desde sopas y cremas hasta postres y bebidas. Además, es una excelente fuente de fibra, antioxidantes y vitaminas A y C, ideales para fortalecer el sistema inmunológico y cuidar la piel.
Preparar puré de calabaza en casa no solo es fácil, sino también mucho más saludable que las versiones industriales. Al hacerlo tú mismo, puedes controlar la textura, el sabor y evitar conservadores o azúcares añadidos. Su consistencia cremosa lo hace ideal para acompañar carnes, panes o para añadir a postres como pasteles y pays.
Con tan solo unos pocos ingredientes y un poco de tiempo, podrás obtener un puré natural que se conserva bien en refrigeración y puede usarse en distintas recetas. Es una forma práctica de aprovechar la calabaza de temporada y disfrutar de su sabor casero y reconfortante en cualquier momento del año.
Receta de puré de calabaza natural
Ingredientes:
- 1 calabaza de castilla o calabaza de azúcar (mediana)
- Agua (la necesaria)
- Una pizca de sal (opcional)
Preparación:
- Lava bien la calabaza y córtala en trozos medianos, retirando las semillas y la pulpa fibrosa del centro.
- Coloca los trozos en una olla grande con suficiente agua para cubrirlos. Cocina a fuego medio durante 20 a 30 minutos o hasta que la calabaza esté suave.
- Escurre el agua y deja enfriar un poco. Retira la cáscara y coloca la pulpa en una licuadora o procesador de alimentos.
- Tritura hasta obtener una textura suave y cremosa. Si deseas un puré más espeso, puedes pasarlo por un colador o cocerlo unos minutos más para reducir la humedad.
- Guarda el puré en un recipiente hermético y refrigéralo hasta por 5 días o congélalo en porciones para usar después.
