Si pensamos en snacks prácticos y fáciles de preparar en casa, tenemos a las papas a la francesa, uno de esos antojitos que nunca fallan. Son crujientes, doradas y con ese sabor casero que no se compara cuando las haces a partir de papas congeladas o incluso las que comes en restaurantes. Al elaborarlas tú mismo no solo obtienes un snack más económico, también puedes controlar mejor factores como el nivel de sal, el grosor de la papa o el tipo de aceite que usas para freírlas. Pero si tus papas siempre te quedan quemadas, crudas del centro o demasiado aguadas, no te preocupes, aquí te decimos cómo prepararlas para que queden siempre perfectas.
Aunque son muy fáciles de hacer, lograr la papa a la francesa perfecta tiene su ciencia. El secreto está en lograr un equilibrio entre una textura crujiente por fuera pero manteniendo la suavidad por dentro, y esto se puede conseguir con una doble cocción. Primero debemos hervir ligeramente las papas para suavizarlas y después freírlas hasta obtener ese toque dorado que tanto nos gusta.
No obstante, es importante que tengas en mente secarlas muy bien antes de freírlas, ya que el agua de las papas después de este proceso puede provocar que el aceite salte y ocasione algún accidente. Además, también debes cuidar que las papas que utilices sean las adecuadas. Hay variedades con menos contenido de agua, como las papas blancas o las rosette, que son ideales porque pueden absorber menos aceite y quedan más firmes. Aquí te vamos a dejar la receta que necesitas para lograr las papas fritas perfectas.
Papas a la francesa
- 4 papas grandes
- Agua
- Sal al gusto
- Aceite vegetal para freír
Pasos:
- Lava y pela las papas.
- Córtalas en tiras uniformes.
- Colócalas en una olla con agua fría y un poco de sal.
- Lleva a hervor durante 5 minutos.
- Escúrrelas y sécalas muy bien con una toalla limpia o papel absorbente.
- Fríe las papas en aceite bien caliente, poco a poco, sin amontonarlas.
- Retira cuando estén doradas y crujientes, luego colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Agrega sal al gusto y sírvelas de inmediato.
Toma en cuenta que entre más delgadas estén las papas, más rápido se van a cocinar, así que cuida que el grosor de las mismas sea parejo y uniforme. Así puedes obtener papas perfectamente cocidas sin que algunas queden más crudas u otras se quemen rápidamente. Al cortar las papas, puedes dejarlas con todo y cáscara si quieres un toque más rústico y una textura más crujiente en el acabado final.
Al cocinarlas, asegúrate de agregarlas solo hasta que el aceite esté bien caliente. Y si quieres un toque totalmente crujiente en el exterior, te recomendamos que hagas una doble fritura: primero cocina las papas en aceite caliente, pero no demasiado, para que la papa se cocine de manera uniforme; después sube la temperatura y fríe con el aceite bien caliente para lograr ese toque crujiente y dorado en el exterior. Al finalizar, puedes jugar con los sabores y agregar los condimentos que más te gusten, logrando así combinaciones únicas.
