La salsa macha es un clásico complemento de la cocina mexicana para acompañar tacos u otras recetas que necesitan potenciar su sabor frente a los comensales. Sin embargo, esta opción resalta de las demás por su textura espesa, aceitosa, exquisita y muy picante.
Esta salsa tiene un picor de medio a alto, ya que uno de sus ingredientes principales es el chile de árbol (una de las especies más picantes), pero no te asustes, es un picante que vale la pena disfrutar. Además suele tener una textura más deliciosa, pues lleva trocitos de cacahuate, semillas de girasol y ajonjolí para darle un toque especial.
Con la siguiente receta podrás descubrir cómo elaborar un litro de salsa macha para darle sabor a tus tacos de forma ilimitada y con un toque especial completamente casero. No tengas miedo de elaborar este gran complemento de la cocina mexicana con ingredientes frescos y un proceso bastante sencillo que cualquiera podrá replicar en la cocina.
Receta de salsa macha
- 350 gramos de chiles de árbol secos
- 6 dientes de ajo, pelados
- 1 ½ taza de cacahuates sin sal y pelados
- ½ taza de ajonjolí
- 1 litro de aceite vegetal
- Sal al gusto
- Chorrito de vinagre blanco
- 4 cucharadas de semillas de girasol, pepitas o almendras, para darle un toque especial
Preparación
Retira los tallos de los chiles secos y, si lo prefieres menos picante, elimina las semillas.
En un sartén grande a fuego bajo, tuesta ligeramente los cacahuates, el ajonjolí y los chiles. Remueve constantemente para evitar que se quemen, ya que esto puede amargar la salsa. Retira y reserva.
Agrega los dientes de ajo al sartén y dóralos ligeramente.
En una cacerola, calienta el litro de aceite vegetal (puedes utilizar aceite de oliva) a fuego medio. Una vez caliente, baja el fuego y deja que se enfríe un poco para que no queme los ingredientes.
Coloca en la licuadora los chiles, cacahuates, ajonjolí, ajo, sal y las semillas o frutos secos adicionales (si los usas). Agrega el aceite tibio poco a poco mientras licúas o procesas, hasta obtener la textura deseada.
Cabe mencionar que puedes licuar o moler los anteriores ingredientes en un molcajete para darle un toque más sabroso, pero eso depende de la practicidad que desees.
Prueba y ajusta la sal. Si deseas un toque ácido, añade el vinagre y mezcla bien.
Deja enfriar completamente antes de almacenarla en un frasco de vidrio limpio y seco o de servirla en una salsera para disfrutar inmediatamente de unos ricos tacos.
En caso de que sobre un poco de salsa macha, lo recomendable es refrigerar inmediatamente para que pueda conservarse en óptimas condiciones y la próxima vez que se decidas utilizarla, tenga un toque especial para acompañar la comida casera.
