Se dice que una cocina llena de sabor y sazón es aquella que también está llena de especias y condimentos. Y es que estos ingredientes a menudo son la clave para lograr platillos deliciosos con un toque único. Entre los condimentos más usados en la cocina se encuentra el ajo en polvo, que aporta un punto de sabor muy especial a nuestras preparaciones. ¿Sabías que puedes prepararlo de forma casera y fácil en tu propia cocina? Aquí te decimos cómo hacerlo.
El ajo en polvo no solo funciona como un sustituto del ajo fresco; muchas recetas incluyen la adición de ambas versiones para lograr un sabor más intenso y delicioso. En otras ocasiones, también puede ser útil para aportar ese toque aromático del ajo en platos donde no podemos agregar ajo fresco por su intensidad, ofreciendo una forma más suave de este sabor. Por eso, resulta tan indispensable en la cocina.
Lo mejor de esta receta es que el ajo en polvo se elabora a partir de los desechos del ajo. Es decir, no necesitarás ajo fresco para lograr un condimento lleno de sabor y fácil de utilizar en la cocina. Solo necesitas las cáscaras que eliminas al pelar el ajo. Ya que necesitas una gran cantidad de estas cáscaras, te recomendamos conservarlas conforme las vayas utilizando en la cocina hasta juntar las necesarias para esta receta.
Ajo en polvo casero
- 2 tazas de cáscaras de ajo
Pasos:
- Precalienta tu horno a 180 °C.
- Coloca las cáscaras de ajo sobre una charola para hornear y extiéndelas bien.
- Hornea las cáscaras durante 20 minutos, hasta que estén totalmente quebradizas.
- Procesa las cáscaras en un mortero o molino eléctrico hasta obtener un polvo fino.
- Guarda el ajo en polvo en un frasco y utilízalo al gusto.
Es importante que al guardar tu ajo en polvo lo hagas en un lugar fresco, seco y lejos de la humedad o el calor. Esto ayudará a que el condimento se mantenga en buen estado por mucho más tiempo. Asegúrate de que las cáscaras estén bien secas antes de procesarlas, ya que cualquier partícula de humedad podría transformar el resultado en una pasta y perderías la textura de polvo.
También puedes hacer ajo en polvo a partir de ajo fresco, pero esto requiere cortar el ajo en láminas muy delgadas y deshidratarlas hasta que estén quebradizas. De forma similar, puedes combinar cáscaras y dientes de ajo si buscas un sabor más intenso. Si lo deseas, puedes agregar un poco de sal al procesar las cáscaras para potenciar aún más los sabores de tus platos.
