Los chiles rellenos son un ícono dentro de la gastronomía mexicana. Al ser muy versátil se puede rellenar de cualquier tipo de carne, pollo, pescado, mariscos o vegetales y acompañar de una sencilla salsa. Comúnmente los chiles utilizados son los poblanos, aunque también hay platillos que se elaboran con chile güero o jalapeño.

Para poder rellenar un chile y hacerlos más suaves y digeribles, se recomienda primero asarlos para después quitarles la piel, limpiarlos por dentro, retirar las venas junto con las semillas, que son los encargados de dar picor.

Hay una gran disputa en que si los chiles deben o no de ser capeados, pero la realidad es que todo depende del gusto de cada persona.

Por lo general la salsa que los acompaña es de jitomate, aunque también hay preparaciones que se hacen con diferentes salsas como la de los chiles en nogada.

Hoy te comparto una deliciosa receta para preparar unos chiles poblanos rellenos de camarón. Si te gustan, también puedes cambiarlo por cualquier otro tipo de carne o incluso solo colocarle queso.

Receta para chiles rellenos de camarón

Ingredientes:

Para los chiles:

• 5 chiles poblanos limpios y desvenados
• 500 gr de camarones pequeños (pelados)
• 300 gr de quesillo deshebrado
• 5 jitomates
• 1 chile serrano finamente picado
• ½ cebolla finamente picada
• 2 diente de ajo finamente picado
• C/s de aceite vegetal

Para la salsa:

• 4 jitomates 
• 1 diente de ajo
• 1/2 cebolla
• ½ taza de agua
• Sal al gusto
• C/s de aceite vegetal

Para decorar:

• Cilantro finamente picado

Preparación

Asar los chiles en un comal hasta que la piel se dore.

Introducir en una bolsa de plástico por 10 minutos hasta que suden.

Ya que hayan reposado, quitar la piel y retirar venas y semillas. Reservar.

En una sartén con aceite, saltea la cebolla y el ajo.

Añadir los jitomates y el chile serrano y dejar cocinar por unos minutos.

Incorporar los camarones y salpimentar. Cocinar por unos minutos hasta que los camarones hayan cambiado de color. Reservar.

Rellenar cada uno de los chiles con la preparación, colocar quesillo por encima y llevar a gratinar al horno por 10 minutos a 180 °C.

Para la salsa, sofreír la cebolla junto con el ajo y los jitomates. 

Pasar a una licuadora, agregar media taza de agua y licuar hasta obtener una mezcla homogénea.

Cocinar la salsa en una olla a fuego medio hasta que espese un poco. 

Servir los chiles y bañar con la salsa. 

Decorar con cilantro picado.

¡ A disfrutar!