El picante en México es un elemento que casi nunca puede faltar dentro de la gastronomía. Lo encontramos en las botanas, en las sopas, platos fuertes y a veces hasta en los postres y golosinas. Y es que existe una gran variedad de chiles, así como maneras de cocinarlo y usarlo para hacer salsas.
Por eso hoy queremos compartir contigo una receta para hacer una sabrosa salsa endiablada con chile pasilla, que es una de las variedades menos picosas, pero que más sabor le dan a los caldos, guisados y salsitas, como es este el caso. Esta es una versión total y absolutamente casera.
Las salsas son parte de la guarnición y los toppings en la comida mexicana. Se encuentran tanto en los restaurantes más prestigiosos, como en los antojitos callejeros, como las quesadillas, pambazos, tacos y un largo etcétera, pero esta versión de chile pasilla, puedes usarla para aderezar tacos de carne o de guisados (sin salsa, claro).
Usos del chile pasilla en la cocina
El chile pasilla, que es la estrella de esta preparación, es un ingrediente esencial en diversa salsas y moles tradicionales mexicanos, adobos y marinadas, sopas, caldos, platillos regionales y rellenos. Su sabor tiene algunas notas ahumadas, pero el resultado es un poquito más picoso, que cuando lo usamos para hacer sopa de tortilla, por ejemplo.
Datos curiosos del chile pasilla
El nombre "pasilla" proviene de la palabra española "pasa", que significa pasa (uva seca), refiriéndose a su color oscuro y su sabor a pasas. A veces se tuesta ligeramente en una sartén seca antes de rehidratarlo, lo que ayuda a intensificar su sabor. Una vez rehidratado, puede molerse hasta obtener una pasta o puré, que se añade a salsas y guisos.
Este chile se conserva mejor en un lugar fresco, seco y oscuro. Al ser un producto seco, tiene una larga vida útil, pero es mejor usarlo dentro de un año para obtener el máximo sabor. Antes de usar el chile pasilla en muchas recetas, es común rehidratarlo. Esto se hace sumergiéndolo en agua caliente durante unos 15-20 minutos hasta que se ablande.
