¿Ya no sabes qué preparar para la comida? Cuando parece que hemos agotado todas las opciones, la comida asiática puede convertirse en una excelente alternativa, combinando sabores únicos que siempre sorprenden.
Si eres fanático de los platillos agridulces, esta receta de pollo a la naranja es ideal para ti. Aprende a prepararlo de manera sencilla, logrando ese crujiente característico del pollo que tanto nos encanta.
¿Cuál es el origen del pollo a la naranja?
El pollo a la naranja es un clásico de la cocina china-estadounidense, popularizado en restaurantes de este estilo en América del Norte. Aunque la combinación de cítricos y proteínas es tradicional en la gastronomía china, la versión con un toque dulce y una textura crujiente es una adaptación occidental que ha conquistado paladares en todo el mundo. Este platillo fusiona lo mejor de ambas culturas, con un equilibrio perfecto entre lo dulce, lo ácido y lo salado.
¿Cómo lograr que el pollo quede crujiente?
Para obtener un pollo crujiente, el secreto está en el empanizado y la técnica de cocción. Usar fécula de maíz en lugar de harina común ayuda a conseguir una capa ligera y crujiente. Además, es importante freír el pollo en aceite bien caliente para evitar que absorba demasiada grasa. Si prefieres una versión más saludable, también puedes optar por freidoras de aire o el horno, asegurándote de rociar las piezas con un poco de aceite en aerosol para dorarlas uniformemente.

Receta de pollo a la naranja
Ingredientes:
- 500 g de pechuga de pollo, cortada en cubos
- 1 taza de fécula de maíz
- 2 huevos batidos
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite vegetal para freír
- 1 taza de jugo de naranja natural
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de salsa de soya
- 1 cucharada de vinagre de arroz o blanco
- 1 diente de ajo picado
- 1 cucharadita de jengibre rallado
- 1 cucharada de fécula de maíz disuelta en 1/4 de taza de agua
- Ralladura de naranja (opcional)
- Cebollín picado para decorar
Preparación:
- Sazona los cubos de pollo con sal y pimienta. Pásalos por el huevo batido y después por la fécula de maíz, asegurándote de cubrirlos por completo.
- Calienta suficiente aceite en una sartén y fríe los cubos de pollo hasta que estén dorados y crujientes. Retíralos del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- En una cacerola, mezcla el jugo de naranja, el azúcar, la salsa de soya, el vinagre, el ajo y el jengibre. Cocina a fuego medio hasta que el azúcar se disuelva.
- Añade la mezcla de fécula de maíz con agua y cocina, removiendo constantemente, hasta que la salsa espese ligeramente. Puedes incorporar ralladura de naranja para un toque más intenso.
- Añade los trozos de pollo a la salsa y mezcla hasta que estén bien cubiertos.
- Sirve el pollo a la naranja caliente, decorado con cebollín picado. Acompáñalo con arroz blanco o al vapor para un platillo completo.