Así puedes hacer un aderezo con yogur de guayaba y jengibre para tus ensaladas, pollo o arroz

Los platillos de verano más allá del café y pan dulce por las tardes lluviosas, cuando hay sol por ahí del medio día. Por eso es que a algunos se nos siguen antojando las ensaladas o los platillos sencillos, como es el pollo a la plancha o distintas opciones de preparar el arroz. Por eso es que en esta ocasión queremos compartir contigo un aderezo para que tu experiencia con el sabor cambie. 

A veces hacemos deliciosas ensaladas de espinaca, lechuga y otros vegetales o platillos con proteínas a la plancha o sopas como el arroz o alimentos al vapor, pero sentimos que le falta algo, una nota frutal o una salsa. Y justo por eso queremos decirte cómo hacer un rico aderezo yogur de guayaba con un poco de jengibre.

Muchas veces compramos yogures y no los consumimos por completo, por eso es que debemos de buscarle un segundo uso o uno alternativo, como este para que disfrutes todas sus propiedades, incluyendo la ventaja que te ofrece para aderezar tus alimentos, así que por favor ábrete a las posibilidades para combinar alimentos y sensaciones.

Beneficios del jengibre

La guayaba es una de las frutas que tienen una gran cantidad de nutrientes, como las vitaminas A, E, D12; minerales, como el hierro, cobre, calcio, magnesio, potasio, manganeso y fósforo, fibra y pocas calorías. Aunque la temporada de esta fruta comienza en otoño, puedes encontrar el yogur de este sabor en los supermercados casi en cualquier momento. 

El jengibre, por su parte es una de las raíces que fresca o seca puede darte diversos beneficios como desinflamarte la garganta, descongestionar tus vías respiratorias e incluso ayudar a mejorar tu digestión gracias a sus propiedades carminativas. ¿La buena noticia? que este aderezo lo contiene. 

Esta receta es muy fácil de hacer y requiere de pocos ingredientes. Por eso en esta ocasión queremos compartirte el paso a paso para que la hagas y la pruebes en tus alimentos y te lleves un grato sabor de boca. Así que ahora que te imaginas la dulzura de la guayaba, con la acidez del jengibre, puedes ponerte ¡manos a la obra!