Mantequilla de almendras, disfruta de un rico complemento bajo en grasas con esta receta

La mantequilla tradicional es un alimento que muchas de las veces no se puede disfrutar al llevar una alimentación más cuidada o saludable y es que no es un secreto que este producto contiene demasiada grasa o ingredientes que es mejor consumir de forma moderada.

Afortunadamente existen versiones de mantequilla más saludables y con una composición baja en grasas que permite disfrutar de un sabor similar sin tener que evitar del todo este tipo de complementos que la verdad le pueden dar mucho sabor a las recetas. Un ejemplo de ello, es una preparada con almendras.

Este fruto seco contiene grasas saludables y varias propiedades que pueden aprovecharse de diversas formas, así que una mantequilla preparada con almendras puede ser esa rica opción para tener un producto untable delicioso y con un valor nutricional de provecho.

Hacer una mantequilla de almendras es más fácil de lo que seguramente imaginas y si tú también quieres disfrutar de un exquisito complemento bajo en grasas solamente deberás de seguir esta sencilla receta, pues con un solo ingrediente podrás hacer este exquisito producto natural de sabor y luego disfrutarlo dentro de tus platillos favoritos.

Ingredientes:

• 500 gr de almendras crudas

Preparación

Precalienta el horno a 180º con calor arriba y abajo.

Una vez que tienes tus almendras crudas y sin esa cascarita café que contienen deberás colocarlas en una bandeja para horno en donde cada pieza tenga una ligera separación. Lleva al horno por 10 minutos o hasta que estén un poco doraditas ¡ojo, cuidado de que no se quemen porque podrían amargar! Luego saca del horno y deja enfriar a temperatura ambiente.

Una vez tostadas, colócalas en un procesador de alimentos y tritura a máxima potencia (comenzando desde el nivel más suave hasta la máxima potencia) durante 10 minutos. En este proceso deberás abrir varias veces el vaso del electrodoméstico y bajar con una espátula lo que se haya quedado por las paredes.

Procesa hasta conseguir una pasta con una textura suave y untuosa. No te preocupes si en el primer momento queda una consistencia algo líquida, vierte en un frasco de vidrio hermético y refrigera por al menos una hora. Luego podrás disfrutar de una deliciosa mantequilla de almendras perfecta para complementar tus recetas con un exquisito sabor.