Desayuno
Prepara unos muffins ingleses caseros para el desayuno, son el acompañamiento perfecto
Ya sea para acompañar platillos salados o acompañar con una taza de café, los muffins son el desayuno perfecto.
Los muffins ingleses son un clásico del desayuno en varias lugares, son perfectos para el acompañamiento de distintos platillos y además sus características los hacen deliciosos para la primera hora de la mañana, son esponjosos, ligeramente dulces y sobretodo fáciles de preparar. Así que si quieres tenerlos en casa, nosotros te enseñaremos a elaborarlos con una sencilla receta.
Los muffins ingleses o panecillos tienen un sabor bastante neutral, así que son el acompañamiento perfecto para cientos de platillos, ya sea que los uses para realizar un delicioso sándwich con tus ingredientes favoritos dentro, acompañar el platillo principal de tu desayuno o incluso colocarles mermelada y complementarlo con una rica taza de café u otra bebida caliente, estos muffins son ideales para comenzar tu día.
Muffins ingleses
Ingredientes
- 250 gramos de Harina
- 11 gramos de Levadura instantánea
- 2 cucharadas de Azúcar
- 30 gramos de Mantequilla
- 100 mililitros de Leche
- 50 mililitros de Agua
- 1/2 cucharadita de Sal
- Aceite
Comienza activando la levadura, para ello colócala en un recipiente junto con la mitad del azúcar, una cucharada de leche tibia y una cucharada de harina, forma una pasta uniforme y reserva. Por otro lado deberás mezclar la harina con la sal y el resto del azúcar para formar una fuente en tu mesa, cuando esté lista ve agregando poco a poco la leche y el agua tibia, agrega tu levadura ya activada y amasa todo hasta obtener una masa homogénea y uniforme.
Una vez que tu masa esté lista tápala con un paño y reserva hasta que doble su volumen, después de este tiempo desgasifica la masa y extiende sobre tu mesa de trabajo con un poco de harina hasta que alcances un grosor de 2 cm y utiliza un vaso o un cortador redondo para cortar los panecillos, colócalos en una charola con papel para hornear hasta que vuelvan a doblar su tamaño y deberás cocinarlos en un sartén muy caliente con un poco de aceite y tapa, cocina por ambos lados sin destaparlos, hasta que estén doraditos y sirve.
