Adereza tus taquitos con una deliciosa salsa borracha; aquí la receta

No hay mayor placer para un mexicano, que comerse un taco. No sólo porque es nuestro pan de cada día, sino porque básicamente con cada mordida, nos estamos comiendo nuestra identidad y la verdad es que eso no lo cambiamos por nada. Por más viajes que hagamos, la verdad es que el lugar del taco siempre será especial por el resto de nuestras vidas. Pero todo mexicano que se respete, sabe que una parte importante de este alimento es la salsa.

Las salsas en México, definitivamente son el alma de la comida y la verdad es que forman parte importante de nuestra gastronomía desde hace mucho tiempo. Tienen una historia milenaria y mal haríamos al tratar de eliminarlas, en lugar de aceptarlas y tratar de incorporarlas cada vez más en nuestro día a día. La verdad es que muchas veces nos quedamos en lo mismo, porque es fácil de cocinar, sin aventurarnos a descubrir sabores nuevos. 

Pero a veces merece la mena no sólo abrir nuestro corazón, sino nuestro paladar a esas nuevas experiencias que tienen mucho que decirnos. Particularmente, porque nos cuentan la historia del lugar donde fueron creadas, porque aunque te cueste trabajo creerlo, cada ingrediente tiene la capacidad de esbozar esa memoria o esa sensación que tuvo la primera persona que preparó el platillo o en este caso, la salsa. 

¿Cómo se prepara una salsa borracha?

México alberga al menos 50 variedades de chiles, entre las cuales sólo 20 son las más usadas en una inmensidad de recetas. Entre los más populares, podemos encontrar el manzano, morita, pasilla, guajillo, de árbol, serrano, habanero y hasta jalapeño. Si eres un buen catador de este alimento, seguro ya has probado casi todos. Todos tienen su toque particular, pero muchas veces depende de los ingredientes con los que los combines para obtener el resultado final.

Hoy nos dieron ganas de compartir contigo nada más y nada menos que una receta para preparar una exquisita salsa borracha. Sí, esa que le va bien a la barbacoa, a las carnitas y hasta a los taquitos de suadero. El famoso Larousse Cocina la define como una salsa de chile pasilla, ajo, cebolla y pulque. Sin embargo, los conocedores sabemos que se puede hacer hasta con cerveza, todo con tal de que no le falte el alcohol.

La consistencia es espesa y su textura puede ser tersa o martajada; se sirve con queso añejo, rebanado o espolvoreado y cebolla picada. Es muy común en Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Morelos, Distrito Federal y Estado de México. Sin embargo, como todo platillo o aderezo exitoso, tiene sus variantes y también se puede elaborar con otros chiles diferentes al pasilla. Y para muestra hoy te enseñaremos cómo se elabora con chile serrano y cerveza. Te encantará, ya verás. ¡Manos a la obra!

Ingredientes

• 5 Tomates rojos
• 1/4 Taza de cerveza clara
• 1 Cebolla blanca grande
• 3 Chiles serranos
• 1 Diente de ajo grande
• Una pizca de orégano
• Una pizca de comino
• Pimienta al gusto
• Sal al gusto

¿Cómo se prepara?

1. Lava muy bien las verduras, después pon a fuego medio un comal y tatemas los tomates, la cebolla y los chiles serrano, cuidando muy bien de que se tuesten muy bien por todos lados.
2. Una vez que está todo bien tatemado, licúa junto con el diente de ajo, una pizca de orégano, una pizca de comino y un poco de sal y pimienta al gusto.
3. Una vez que está lista nuestra salsa la vaciamos en un salsero, agrega la cerveza clara, revuelves y pruebas. 
4. ¡A comer!