Comida italiana
Día Mundial de la pizza: Aprende a hacer una deliciosa pizza casera de 4 quesos ¡sin horno!
La pizza de quattro formaggi o de cuatro quesos es una de las clásicas italianas
La comida italiana desde hace décadas se ha ganado un lugarcito muy especial en nuestro corazón, porque amamos la masa, los carbohidratos y sobre todo, el queso. Y si no lo hacíamos, ahora ya lo hacemos, porque pocos son los paladares que no se conquistan con un exquisito pan con queso encima o en su interior y eso seguramente lo notaron los italianos cuando empezaron a llegar a México a vender su comida.
Sin embargo, la verdad es que hay un alimento que salió de Italia para hacer honor a Roma y conquistar el mundo. Estamos hablando nada más y nada menos que de la pizza. Sí esa masa circular, con salsa de tomate, queso y cualquier otro ingrediente. Hoy en día es difícil que alguien no conozca este bocadillo popularizado también por la comida rápida y aunque muchos italianos se enojan porque la receta ya se descompuso, pues hay que aceptar que ya existen para todo tipo de gustos.
Esto viene a colación, porque desde 2017, la pizza se declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, gracias a su rol en la vida social y la transmisión de este arte culinario a través de las generaciones. Y esto no es lo único sorprendente, sino que desde hace algunos años, cada 9 de febrero se celebra el Día Mundial de la Pizza, con el objetivo de celebrar la diversidad con la que esta puede ser servida.
¿Cuáles son las pizzas clásicas italianas?
La palabra pizza proviene del griego pektos, que significa sólido o coagulado. Es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía italiana y consiste en una masa circular horneada, elaborada con harina de trigo, sal agua y levadura. Se recubre con una base de salsa hecha a base de tomate y queso mozzarella, que puede ser cubierta con diversos ingredientes en trozos, tales como cebolla, pimentón, jamón, pepperoni, anchoas, etc.
Los antecedentes de la pizza se encuentran en el empleo del pan de trigo en las antiguas culturas de Egipto, Persia, Grecia y Roma. En la época de Darío I el Grande (521-500 a. C.), los soldados persas comían un pan plano con queso fundido y dátiles en la parte superior. En la Antigua Roma, los soldados consumían un pan plano con aceite de oliva y hierbas, similar a la focaccia.
La historia de cómo llegó a nuestros países es bastante vasta y se resume a la conquista de un montón de territorios, donde todos los caminos conducen a Roma, pero no hay mejor manera de honrar a este alimento, que cocinando una. Aunque se sabe que los sabores clásicos son la Pizza Margherita o la quattro stagionini, la quattro formaggi tiene un lugar especial y digno entre las variedades italianas y por eso, hoy decidimos compartir contigo una receta para que la hagas en casa. Así que ¡manos a la obra!
Ingredientes
- 150 g de queso crema
- 1 tza. de queso mozzarella rallado
- 1 tza. de queso cheddar rallado
- 6 cdas. de queso azul desmoronado
- ¾ tza. de salsa de tomate para pizza
- 3 cdas. de albahaca fileteada
- 200 g de harina de trigo
- 130 ml. de agua tibia
- 8 g de levadura fresca
- 1 cda. de azúcar
- 1 cda. de aceite de oliva
- 2 pizcas de sal
- 1 cdita. de orégano seco
¿Cómo se prepara?
- Mezcla la levadura, el azúcar, aceite de oliva y agua; dejar reposar.
- Mezcla la harina, la sal y el orégano seco en la batidora.
- Agrega poco a poco el agua con el resto de los ingredientes que ya mezclamos previamente.
- Amasa hasta que se despegue de las paredes del recipiente y tenga una consistencia elástica.
- Deja fermentar hasta doblar su volumen.
- Divide en dos y extender para forrar el fondo de un sartén de 24 cm. aproximadamente.
- Coloca la salsa de tomate y el resto de los ingredientes.
- Cuece en la estufa a fuego bajo durante 20 minutos.
